
Cristiano Ronaldo será el encargado de decidir si juega o no frente al Manchester City en la vuelta de semifinales de la Champions que se disputará el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu. Nadie más que él tendrá la última palabra.
Según el diario As, Zinedine Zidane se ha comprometido a respetar lo que diga su delantero estrella apelando, por tanto, a su responsabilidad. Si Cristiano se ve en condiciones de jugar, le alineará. En caso contrario, lo dejará en el banquillo. Si el portugués quisiera jugar, Zidane no se negará.
Le dará vía libre, pese al evidente riesgo físico que conlleva. Si la jugada le saliese mal, existiría la posibilidad de que se rompiese más todavía y, por lo tanto, que no pudiera jugar ya más en todo el curso.
De hecho, ayer algunas informaciones nacidas en el entorno del Real Madrid afirmaban que sufría una rotura fibrilar que le haría no jugar esta temporada. El club salió rápidamente a desmentirlo, mientras el jugador abandonaba enfadado el Etihad Stadium.
Un día antes, el lunes, el delantero se mostró muy enfadado con los servicios médicos, a los que culpa de su recaída. Creen que no lo diagnosticaron de manera correcta y que le dieron el visto bueno para entrenar si ser así.
Ahora Cristiano ha decidido ser él mismo, y nadie más, quien tome una decisión que puede marcar el futuro de la eliminatoria contra el City y algo más. Un paso en falso podría arruinar el resto de la campaña para el hombre más determinante del Real Madrid.