El díscolo jugador del Milan y la selección italiana, Mario Balotelli, volvió a protagonizar una de sus habituales polémicas este viernes en el partido que enfrentó a la 'Azzurra' contra el combinado de la República Checa.
En el encuentro de clasificación para el Mundial 2014 disputado en Praga, Balotelli fue titular en el equipo de Cesare Prandelli. Sin embargo, no consiguió, como ninguno de sus compañeros, perforar las redes rivales.
Además, en la segunda mitad vio dos tarjetas amarillas prácticamente consecutivas, en apenas cuatro minutos, que le costaron la expulsión y dejar a su equipo con diez hombres.
Tras este hecho, el ex de Inter de Milán o Manchester City reaccionó con vehemencia, emprendiéndola a patadas y puñetazos con las puertas y paredes del estadio en su camino de regreso hacia el túnel de vestuarios.
Insultó a un árbitro