
Sergio Ramos y Jose Mourinho no se pierden la mirada... Ninguna agacha la cabeza en señal de debilidad sino todo lo contrario. Retan al 'rival' y aguantan las cornadas. No hay rueda de prensa o declaración en la que no se lancen 'recaditos'. Son segundo capitán y entrenador. Dos hombres de fuerte personalidad. Dos de las columnas que sostienen al Real Madrid. Es la guerra fría en el vestuario blanco.
Cuando uno habla el otro responde. En ocasiones se nombran, en otras hablan en genérico y en otras muchas sus nombres sobrevuelan las salas de prensa o las zonas mixtas.
El último episodio tuvo lugar en las 48 horas que para Mourinho dura un partido. Ante los medios el día antes del encuentro, el técnico señaló que "cuando Sergio Ramos juega a tope me aporta todo lo que un defensor debe aportar a un equipo. Seguridad defensiva, calidad en la salida del balón, fuerte en la pelota parada, liderazgo... pero, repito, cuando juega a tope". Claro y conciso. Mourinho insinúa que Ramos no ha estado al 100% en el equipo hasta este momento y no ha tenido la cabeza donde tenía que tenerla.
Ante el Deportivo de la Coruña, Sergio Ramos jugó de lateral derecho cediéndole el centro de la defensa a Varane. El francés comienza a contar con minutos y el segundo capitán blanco se vio desplazado a la derecha. Al término del partido respondió a las críticas asegurando que tiene "la conciencia muy tranquila". "No estoy para entrar en debates ni en valoraciones de opiniones de nadie, y menos del técnico", confesó en zona mixta el futbolista.
"No me siento señalado, mi conciencia la tengo muy tranquila cuando salto al campo. Se me puede reprochar que este mejor o peor, pero mi actitud siempre ha sido buena", concluyó Ramos.
Respetuoso, sin faltar al entrenador, sabiéndose respaldado por Florentino Pérez y con la seguridad que le da ser el segundo capitán del Real Madrid.
Una historia que viene de lejos
La historia no es reciente sino que viene de lejos. En la pretemporada del Real Madrid, con resultados a favor ante rivales menores, la fractura se iba agrandando. El capitán pensaba que la preparación para la temporada no estaba siendo la mejor y así se lo hizo saber al míster en alguna charla durante la temporada.
Mourinho ha sido muy duro con sus jugadores en los partidos que el Madrid ha perdido esta temporada. El conjunto blanco no comenzó todo lo bien que su entrenador hubiera querido y Mourinho no dudo en acusar a sus jugadores de estar pensando en otras cosas y no estar centrado en el fútbol. La acusación escoció en el vestuario, donde se piensa que 'esos trapos se lavan en el vestuario'.
Dolió la primera derrota en Getafe donde un Madrid muy blandito perdió ante el equipo azulón, que tampoco hizo el partido de su vida para llevarse tres puntos que antes del duelo los daría por perdidos. Ese partido deparó la primera gran bronca de la temporada con los dos protagonistas del año. Sergio Ramos asumió su responsabilidad en el gol de Varela pero pidió al míster que tuviera el mismo trato con todos. El de Camas se refería a un error de Coentrao ante el Barça que en rueda de prensa fue 'perdonado por el entrenador: "Coentrao hizo un partido perfecto", replicó el entrenador.
Sevilla, la puntilla definitiva
La racha negativa continuó en Sevilla en donde el Madrid perdió 1-0. El gol, de nuevo, fue culpa de Sergio Ramos según el entrenador del Real Madrid. Según el sevillano la responsabilidad fue de uno de los protegidos de Mou, el argentino Di maría. Mientras que el míster argumentaba que Ramos tendría que haber cubierto el hueco por el fallo de Di maría, para el sevillano era un error de Di María mientras que el estaba con su jugador.
El luso se centró sólo y exclusivamente en Ramos, al que le acusó, con fotos y vídeos, de no haber cubierto su zona hizo caso o miso al fallo de Di María y salió a rueda de prensa a criticar duramente al equipo.
Aquello no gustó a Sergio que tras el partido y señaló que "aquí ganamos todos y perdemos todos", a la vez que mostró su extrañeza con que el mensaje tan duro del entrenador recién comenzada la temporada.
Suplencia y 'mosqueo'
A partir de aquí se pasaron a los hechos. Mourinho dejó a Sergio Ramos fuera del equipo ante el Manchester City en "una decisión exclusivamente técnica", según señaló tras el partido. "Todo dentro del vestuario es excelente y no hay ningún problema" señalaba Mourinho a la vez que el central animaba y jaleaba al equipo dentro del vestuario mientras que su entorno mostraba su malestar por ela decisión. Un castigo a todas luces tras los 'antecedentes previos.
Ante el Rayo Sergio fue titular pero no rehusó a los medios y mucho menos entregó la razón a Mourinho. "Las cosas de familia las suelo resolver de puertas para dentro. No le importa a nadie. Lo que corre por mis venas es el Real Madrid y lo que pasa queda para mí", señaló tras el partido.
Esta semana se dio el último capítulo de esta guerra, que sin llegar a hacer sangre, si que puede acabar con uno de los contendientes fuera del club. Hasta entonces están condenados a entenderse. Son el mejor entrenador del mundo y el mejor central..."cuando está a tope".