Zidane y su plan sorpresa para tumbar al City y jugar la final de la Champions

Zinedine Zidane compareció ayer en sala de prensa con gesto algo más serio de lo habitual. El motivo de un rictus tan infrecuente en el francés emanaba de la planta baja de Valdebebas, donde se encuentra la enfemería en la que ayer permanecieron Benzema y Casemiro. Ni uno, ni otro se ejercitaron con el resto de la plantilla. Ni uno, ni otro jugará hoy ante el Manchester City la vuelta de las semifinales de la Champions League.

Para la ausencia del primero hay un plan eficaz asegurado. Lucas Vázquez, revolución merengue en los últimos meses, jugará en la delantera blanca. Hoy no habrá BBC. Habrá LBC.

Para la otra baja, la de Casemiro, el asunto es más turbio y confuso. La plantilla del Real Madrid está descompensada en el área de creación con sólo un pivote de corte defensivo.

Kroos ha jugado con frecuencia en esa posición, pero lo ha hecho fruto más de la inventiva de Ancelotti tras la salida exprés de Xabi Alonso, que de las virtudes de un jugador poco sacrificado en esfuerzos destructivos y distraído en el oficio de las coberturas y los apoyos.

La lógica y rutina de estos meses dice que sin Casemiro, el germano campeón del mundo ocupará su hueco. La realidad, sin embargo, podría apuntar a un plan B alternativo: la presencia de Sergio Ramos como mediocentro por delante de la defensa.

Una solución que no es nueva en el Real Madrid. El de Camas ya jugó así en el primer Clásico de Ancelotti en 2013 (fracasó) y en la vuelta de cuartos de final de la Champions, frente al Atlético de Madrid, el curso pasado (fue un éxito). Con su presencia en la medular, el Real Madrid se aseguraría un futbolista de potente juego aéreo con el que igualar la apuesta física que hará Pellegrini.

Con Touré recuperado, los 'citizens' aumentarán su despliegue en este apartado, tanto en el juego aéreo como en lo que a presencia táctica se refiere. Además, las contras del City son también un factor que preocupa a un Zidane que ya vio en la ida como los suyos sufrieron con las galopadas de De Bruyne.

Ahí las coberturas de Casemiro fueron básicas. Ramos, por velocidad podría suplir esta carencia. Ventajas que contrastan con los problemas que generaría la presencia del capitán en el centro del campo.

Por mucho que Casemiro no sea un hombre de la calidad de Modric o Kroos, su capacidad para jugar el esférico es mayor que la del propio Ramos. De ahí que pudiera darse el caso de ver como Kroos juega en paralelo con el andaluz, mientras Modric y Lucas Vázquez repliegan como interiores.

En todo caso, ni los propios futbolistas saben qué sucederá esta noche. Ayer Zidane no ensayó con ningún once en el entrenamiento previo y aún no ha comunicado la alineación para el partido.

Entretanto, Ramos ya reiteró recientemente que esa posición, la de mediocentro, es un lugar donde se siente cómodo, aunque no haya tenido muchas ocasiones de desplegar sus virtudes (y defectos) por delante de una zaga que habitualmente comanda y que hoy podría observar con retrovisor.