Fútbol

Luis Suárez le 'pierde el respeto' a Leo Messi


    Javier Martín

    Luis Suárez se ha soltado en su faceta goleadora. El delantero uruguayo suma 12 goles en 12 partidos desde que empezó su racha goleadora mediado el mes de febrero. Un 'boom' que en parte tiene que ver con su 'pérdida de respeto' a Leo Messi. No es que el uruguayo desprecie al argentino, sino que a principio de temporada el ariete se esforzaba en terminar todas sus jugadas con pases hacia el '10', mientras que ahora ha decidido dar un paso adelante para jugarse él solo las mismas jugadas.

    Una suerte de egoísmo que está dando grandes frutos al FC Barcelona ya no sólo porque los resultados están acompañando, sino porque gracias a esta actitud se está viendo por fin la versión del delantero que vino de Inglaterra, ése que en Liverpool se 'guisaba' y 'comía' él solo la gran parte de sus goles.

    El doblete que logró ante el PSG en París fue de ese tipo de tantos, esto es, goles en los que Suárez, lejos de levantar la cabeza para buscar a los compañeros, no despega la mirada del balón hasta que no fija su objetivo entre palos y meter la pelota dentro del marco.

    Después, ante el Valencia, el charrúa inauguró el marcador a los 45 segundos de juego en una de esas acciones en las, en la primera vuelta, quizá no hubiera tirado y sí buscado al compañero desmarcado.

    Messi, de hecho, estaba sólo de marca cerca del delantero, pero Suárez no se lo pensó, empaló la bola con la derecha y le hizo un gol vital a Alves para encarrilar uno de los partidos más complicados que le quedan hasta ser campeones de Liga.

    "No importa quien marque los goles, sino que el equipo siga creciendo", ha dicho este lunes en sala de prensa. Un pensamiento que también comparte Messi. Hoy el diario Marca revela que la gran relación existente entre ambos es, en parte, una de las claves del éxito de Suárez.

    Esa confianza ha permitido a Suárez tener valentía de ejecutar acciones que, en caso de fallo, no supondría la bronca de su amigo, algo que otros arietes como Ibrahimovic o Villa no podían permitirse.