Fútbol

Cuatro razones por las que sería positivo para el Barça vender a Leo Messi

    Messi y su futuro, asuntos capitales en el Barça | Reuters


    Leo Messi ha vuelto a abrir las puertas a una posible salida del FC Barcelona. Sus declaraciones el pasado martes han reabierto el debate sobre si el club debe dejarle marchar o debe darle lo que reclama, en este caso, algo más de apoyo en asuntos extradeportivos como la investigación de Hacienda o su pelea por el Balón de Oro entre otros.

    Una discusión en la que, por primera vez en años, existen voces dentro del barcelonismo (e incluso del propio Barça) que no verían con malos ojos la salida de su actual estrella. Cinco son las razones que refuerzan esta opción, la de ver a Messi jugando con otra camiseta que no sea la del Barça.

    1.- Motivos económicos

    La salida de Leo Messi podría tener dos beneficios desde el punto de vista económico para el Barça. El primero es el de los ingresos directos que recibiría el club por el traspaso de su jugador franquicia. Su cláusula de libertad es actualmente de 250 millones de euros, una cantidad que serviría, por ejemplo, para sufragar casi la mitad de las obras de la renovación del Camp Nou, estimadas en unos 450 millones de euros.

    Además, al tenerse que abonar de forma inmediata, sin aplazamientos posibles por tratarse no de un traspaso, sino de una rescisión unilateral, el club podría contar con ese dinero de forma fresca, algo que no sucede con otras ventas. Cabe recordar que en 2013 ya se rumoreó con la opción de que Rosell quisiera vender al argentino para usar este dinero en la reforma del coliseo blaugrana.

    Además, la venta de Messi tendría otro impacto indirecto en forma de las cantidades que el club ahorraría del salario que posee Messi. El '10' cobra en la actualidad 24 millones de euros netos, lo que vienen a ser unos 48 millones de euros brutos por campaña que paga de forma íntegra el club culé.

    Si tenemos en cuenta que Messi tiene contrato hasta 2018, estamos hablando de unos 192 millones de euros en todo este periodo de tiempo, una cantidad que, prorrateada por cada una de estas temporadas permitiría la compra, por ejemplo, de dos o tres jugadores de cierto nivel por curso, lo que también facilitaría la renovación de la plantilla.

    2.- Su bajada de rendimiento

    Messi ya no es el que era. Bien sea por las lesiones, bien sea porque el tiempo ya está empezando a ejercer su influencia en el argentino, lo cierto es que sus números hablan de una clara merma en su capacidad goleadora.

    Cierto es que Leo sigue estando entre los mejores, pero para un jugador capaz de hacer una media de 70 goles por curso, bajar a los 50-40 supone un notable descenso que, además, se nota en su forma de jugar. Luis Enrique y el Tata Martino han decidido alejarlo del área para aprovechar de él su fútbol combinativo y no tanto su acierto de cara a puerta.

    A ello hay que unir episodios recientes, como sus vómitos o sus encuentros sin más carreras que algunos trotes sobre el césped, algo que pone en duda su propia condición física y que lastra su influencia en el equipo.

    3.- Potenciar la figura de Neymar

    Leo Messi ya tiene un heredero en el FC Barcelona. Se llama Neymar Junior. El brasileño aterrizó en el Camp Nou ante la perspectiva de que pudiera ser un buen recambio para el '10' cuando éste dejase el club.

    Aunque su primer año fue complicado y no logró los resultados esperados, lo cierto es que en esta segunda campaña en la Ciudad Condal empieza a dejar muestras de que puede alcanzar el nivel que se le exige a un jugador que deba cubrir una vacante tan grande como la de Messi.

    Es más, en los últimos partidos del equipo culé ha sido Neymar y no Leo el encargado de 'rescatar' al Barça con la ayuda de Luis Suárez. Además, durante el periodo en el que Messi estuvo lesionado, a mediados de la temporada 2013-2014, el '11' dio la talla e incluso se le vio más cómodo jugando sólo que sin al presencia de la estrella argentina. Algo parecido le sucede en Brasil, donde brilla un par de peldaños por encima si cabe de lo que lo hace en el Barça.

    4.- Evitar tensiones

    Leo Messi ha dejado entrever a través de su entorno que no se lleva bien con la actual junta directiva. Los esfuerzos de Bartomeu por protegerlo en ocasiones se vuelven en contra de los propios mandatarios. Ayer el presidente habló de los vómitos del jugador o de sus problemas con Hacienda, algo que suele evitar el protagonista.

    Sus roces con Faus (vicepresidente económico) tampoco ayudan. El problema para Messi es que la actual junta está dispuesta a seguir en el Barça hasta 2016. Quedaría aún temporada y media de tensiones que se esfumarían si el jugador se marchase en junio de 2015.