Fútbol

Levy frena la llegada de Bale a Madrid por verse con Florentino Pérez en Marbella

    Florentino Pérez, en un partido del Real Madrid Castilla | EFE


    Si son aficionados del Real Madrid en las últimas horas no habrá parado de leer, ver y escuchar el mismo titular: "El Real Madrid espera presentar a Gareth Bale el día X" donde X es un día que siempre se retrasa. Y es que la llegada (ya pactada al 100% entre los blancos y el Tottenham) se está convirtiendo en una especie de tortura agónica. Es lo que tiene negociar con Daniel Levy, el duro (y estrafalario) presidente del Tottenham.

    Levy, ganador nato donde los haya, ya provocó la desesperación merengue cuando el Real Madrid se fue a por Modric. Al final el croata aterrizó en Madrid a finales de agosto y lo hizo después de que los blancos dejaran casi 42 millones de euros en Londres.

    El fichaje de Bale dejará mucha más 'pasta', pero los plazos van camino de repetirse especialmente porque a Levy le gusta ser protagonista de este tipo de operaciones y porque quiere que las cifras y los tiempos bailen a su gusto y no a los del jugador o el Real Madrid.

    Todo comenzó la semana pasada cuando se cerró el acuerdo por el futbolista y Levy pidió a Florentino Pérez que esperase a hacer oficial el fichaje hasta que el club cerrase los fichajes de Lamela y William. El primero llegó, pero el segundo se quedó en el Chelsea porque el presidente del Tottenham se negó a pagar 1'6 millones de comisión a sus agentes dentro de un proceso que acabaría costando un total de 30 millones.

    Así pues, cuando el Real Madrid ya lo tenía todo listo para presentar al jugador el sábado (montó a toda prisa el famoso andamio en el palco del Bernabéu), el Tottenham retrasó el envío definitivo de los contratos porque ahora quería encontrar al sustituto de Wiliam. Hasta entonces, decían, no querían vender a Bale para que el precio de este fichaje no se disparase.

    El andamio seguía esperando, mientras Bale descansaba en Marbella. Así se llegó a ayer martes cuando el jugador debería haber entrenado con el Tottenham. Bale, sin embargo, se declaró en rebeldía para presionar más si cabe a Levy.

    Fue el gesto ideal para que el presidente inglés explotase y lo hiciera utilizando como argumento, no sólo esta ausencia, sino el andamio dichoso, el error en la web del Madrid (vendió durante unas horas la camiseta del galáctico galés) y, por último, la supuesta reunión que mantuvo Florentino Pérez y Bale precisamente en Marbella el sábado pasado.

    Dice Levy (así lo afirma la Cadena Cope) que durante una visita a un amigo en la ciudad de la Costa del Sol, Florentino Pérez aprovechó para verse con su futuro fichaje en la casa de su agente. El encuentro no duró más de media hora. Nada de cumbre o larga visita. Fue casi un hola y adiós sin más que buenos gestos y palabras cariñosas entre uno y otro.

    Sin embargo, aquello no ha gustado al presidente del Tottenham que ahora amenaza con hacer que el Real Madrid tenga que aguardar al último día del plazo de fichajes (lunes día 2 de septiembre) para hacer oficial la contratación.

    De ser así, el Real Madrid tendrían que desmontar el andamio del palco para poder jugar frente al Athletic de Bilbao el domingo y remontarlo para el acto. Una suerte de fastidio para los blancos que Levy se tomaría como una pequeña victoria moral en todo este asunto, a todas luces el culebrón del verano.