Fútbol

Siete cambios en la selección española que hacen mejor esta versión de 'La Roja'

    Cesc y su nueva versión, una de las novedades de España | EFE


    La selección española debutó este domingo en la Copa Confederaciones con una exhibición de fútbol frente a Uruguay. 'La Roja' venció 2-1 y dejó claro por qué es la favorita al título. Su fútbol (especialmente en la primera mitad) desbordó calidad al más puro estilo de la 'marca' España: posesión, agilidad, calidad y precisión fueron los cuatro puntales del huracán que ayer, en Recife, asoló a Uruguay.

    Cierto. Suenan a cantinela repetidas muchas veces al hablar de la vigente campeona del mundo y de Europa. Los nuestros han hecho de esas cuatro cualidades una forma de entender el fútbol. Sin embargo, esta España es distinta.

    El equipo que Vicente Del Bosque ha confeccionado para esta Copa Confederaciones es diferente. Trata de hacer lo mismo pero por vías diferentes.

    La baja de Xabi Alonso le ha obligado a evolucionar su sistema táctico Y aunque parezca mentira, se ha conseguido lo que parecía imposible: mejorar el rendimiento de un equipo que ante la campeona de la Copa América en 2011 dio uno de los mayores recitales que se ha conocido a este grupo campeón de todo.

    Quizá aquella semifinal ante Rusia de la Euro de 2008, la del mundial ante Alemania en 2010 y la final frente a Italia de la Euro de 2012 se asemejan a lo que se vio ayer sobre el Pernambuco Arena. Solo faltó hacer más goles. Pero el resto funcionó y lo hizo basándose en siete pilares. Lo siete cambios de esta nueva España.

    1.- Nuevo dibujo táctico

    Si algo era innegociable para Vicente del Bosque era su dibujo táctico con doble pivote. La paraje Xabi Alonso - Busquets era su seguro de vida. La manera que tenía el salmantino de asegurar que la fantasía del ataque encontraba equilibrio en la medular. Sin Xabi Alonso sobre el terreno de juego, Del Bosque ha decidido cambiar el sistema. Soldado ha sido su sustituto y del típico 4-2-3-1 se ha pasado al 4-1-4-1.

    Un nuevo modelo en el que Busquets ejerce de pivote por delante de la defensa (o casi como un central más cuando se saca la bola y los laterales se abren). Por delante, la línea de cuatro tiene modificaciones sustanciales. Iniesta ya no juega pegado a la cal, sino que ejerce de interior junto con Xavi Hernández.

    Cesc tampoco es el nueve, sino que juega por la izquierda, aunque se tira con frecuencia al centro para que Alba aproveche toda la banda. En el costado derecho Pedro hace las veces de extremo o segunda punta y Soldado ejerce de nueve de toda la vida. Una España, en definitiva, que recuerda más a la que comenzó el camino de la gloria en 2008 con Luis Aragonés en el banquillo.

    2.- Iniesta, entre el 10 y el 8

    Una de las claves de esta nueva España es la posición de Iniesta. El manchego brilla allá donde lo pongan, sí, pero en su rol actual parece más liberado para ejercer su fantasía. En el mundial y la Eurocopa lo pudimos ver tirado a la banda izquierda, trazando diagonales hacia el centro y apoyando a Xavi como uno de los interiores.

    En esta nueva España, el 6 de 'La Roja' se coloca más centrado y colabora en la creación de pelota casi como un interior más. Su rol se parece mucho al que tuvo con el Barça en el inicio de la Liga recién terminada. Sin embargo, aquí, al contrario que en su club, tiene más libertad para marcharse al ataque, con lo que, en ocasiones, Andrés terminó ocupando más la posición de 10 que de 8, la que supuestamente ocupó en el dibujo inicial.

    De ello salió beneficiado Cesc, que pudo aprovechar sus espacios; Soldado, con el que se combinó en una infinidad de ocasiones y, sobre todo, Xavi, que siempre tenía por delante o en el costado una buena alternativa para sacar la pelota.

    3.- Cesc, más centrocampista

    Cesc fue, junto con Iniesta, el mejor jugador de España. Brillante como hacía tiempo que no se le veía, el de Arenys partió de una posición distinta a la que había ocupado en la selección. Con Soldado de nueve, Fábregas se tiró a un costado como falso extremo izquierdo. Y decimos falso porque su tendencia habitual era la de irse hacia el centro para dejarle a Alba la autopista de su banda.

    Sin embargo, cuando el lateral no aparecía por su lado, Cesc se atrevió a encarar y marcharse. Lo hizo con maestría y sin estridencias. Sus incursiones por la zona de la mediapunta ayudaron a que Iniesta y Soldado brillaran más todavía. Además, no se escondió cuando le tocaba ejercer de segundo delantero, como sucedió en gol del Soldado. Medio tanto fue suyo. El otro medio, de Iniesta.

    Fábregas juega, en definitiva, más como centrocampista creador que como mediapunta ofensivo. Y parece que le gusta más que su anterior rol.

    4.- Un nueve de toda la vida

    Parecía que España tenía vetado jugar con un delantero centro de los de toda la vida. Cuando lo hacía con Torres, el sistema se amoldaba para aprovechar la velocidad del ariete madrileño. Si era Villa el elegido, su posición solía partir del extremo izquierdo dejando libre la posición de nueve. Con Cesc, 'La Roja' ganaba en combinación, pero perdía la pegada del nueve puro.

    Pues bien, Del Bosque ha recuperado la fórmula del ariete tradicional y Soldado le ha respondido con un partidazo. El valenciano fue, ante Uruguay, una pesadilla constante. Supo fijar a la defensa y evitar las ayudas típicas de los centrales charrúas a su mediocampo. También supo jugar en combinación con la medular.

    Para colmo, sus desmarques fueron una delicia ante los pases de la medular española y, como siempre, disfrutó de una buena pegada. Quizá le faltó hacer algún gol más, pero tuvo ocasiones para ello. De seguir gozando de oportunidades, los tantos caerán. Es sólo cuestión de tiempo.

    5.- Pedro por doquier

    Es la otra gran noticia de España en este 2013. El canario lleva un año soberbio. Contra Francia se consagró y ayer, frente a Uruguay, consolidó su rol de imprescindible. Lo hizo al más puro estilo Pedro, con apariciones por todo el campo y con todos los estilos posibles.

    Su presión es ejemplar. Su sentido para ocupar los espacios, también. Si tiene que combinar por velocidad, lo hace. Si España necesita desbordar, se luce. Siempre ocupa el lugar adecuado y su pegada está en aumento. De seguir así, será complicado que nadie le quite el puesto de titular en los partidos importantes.

    6.- Alba, a lo 'Roberto Carlos'

    Los más veteranos recordarán que el Real Madrid de Del Bosque jugaba con una peculiaridad táctica. Zidane ocupaba la banda izquierda, pero se la dejaba a Roberto Carlos. Era el brasileño el encargado de subir la banda para defender y atacar.

    Pues bien, Alba es ahora el nuevo Roberto Carlos de España. Con Cesc ejerciendo de Zidane, el de Hospitalet juega con todo el carril para él solo. Y su velocidad y calidad hacen el resto. Alba defendió bien pero atacó mejor. Fue una pesadilla en la banda derecha uruguaya. Partidazo.

    7.- Una defensa de tres y medio

    España juega con cuatro defensas, pero en realidad cierra con tres y medio. Tres fijos que son Arbeloa, Piqué y Ramos. Todos ellos mantienen la posición ante las subidas de Alba. Su seriedad y capacidad para jugar la pelota es encomiable.

    Ayer, ante Luis Suárez y Cavani, lo bordaron. Los delanteros celestes parecían principiantes. Pero no sólo ellos defienden. Si decimos que España juega con una zaga de tres hombres y medio es porque ese medio tiene nombre de todocampista. Busquets sigue siendo uno de los mejores 'stopers' de 'La Roja'.

    Cuando necesita sacar la pelota jugada, se incrusta entre los centrales y la mueve con estilo. Si hay que parar una contra, la frena sin remilgos y cuando Arbeloa se anima en ataque (pocas veces) recupera la posición para ocupar su hueco. Todo un lujo para una España de lujo.