Fondos

El mercado ruso necesita otra 'perestroika': pierde más del 65% en el año

Dicen los refraneros que las malas noticias nunca vienen solas. Y Rusia es el ejemplo. Si la economía rusa no tenía ya bastante con la caída del crudo (un 71% desde sus máximos históricos de julio), con el cierre de su parqué cada vez que las acciones de desplomaban en las semanas post Lehman, y con la depreciación del rublo (ha caído un 13% frente al dólar en el año); ahora también tiene que hacer frente a una rebaja en sus ratings.

S&P ha sido la primera agencia en bajar su calificación de riesgo sobre el país. Lo ha hecho por primera vez en diez años y la ha situado en BBB, a dos pasos de caer en bonos basura.

Aunque esta rebaja aún no se ha notado en la Bolsa de Moscú (en la semana su principal selectivo, Micex, ha subido un 9,96%), sí podría afectar en un futuro. Y no sólo a las acciones sino también a los fondos de inversión que invierten en compañías rusas. De hecho, todos los fondos que invierten en esta categoría ya acumulan en el año pérdidas superiores al 60%, lo que les convierte, por tanto, en la categoría de renta variable europea que más está sufriendo en este año de crisis bursátil.

A merced de las materias primas

Los porqués son varios, pero hay uno que prevalece sobre el resto. Su excesiva correlación con el mercado de materias primas hace imposible una recuperación de la bolsa si no lo hace el crudo. Una situación que, a no ser que se lleve a cabo otra perestroika que reforme su estructura económica, no es muy factible que cambie.

No en vano Rusia es el segundo productor mundial de petróleo, por lo que las oscilaciones de precio inciden no sólo en las energéticas rusas (el 60% de las que cotizan en el parqué se dedican a este sector) sino también en el crecimiento económico de este país, que aún hoy se considera emergente. Y esto se nota en los fondos de inversión.

De hecho, los tres que mejor se comportan o, mejor dicho, que menos mal lo hacen, tienen a Gazprom y a Lukoil (a la que S&P rebajó ayer la perspectiva hasta estable desde positiva) entre sus principales posiciones. Quizá eso explique por qué estos productos se dejan más de 65% en los últimos doce meses. "Es muy difícil que el mercado se recupere si no lo hace el precio de las commodities pero en términos de valoración las compañías presentan mucho atractivo por lo que el rally que experimenten puede ser muy bueno", afirma Gregor Holek, de Raiffeisen Capital Management. Eso sí, si se tiene un horizonte a largo plazo.

¿Y las divisas?

El petróleo no es lo único que preocupa a los expertos. También la depreciación del rublo. "Más allá de las commodities el mayor problema del país es que el Banco Central de Rusia está intentando limitar la depreciación del rublo y esto está haciéndoles perder dinero de sus reservas", asegura Kim Catechis, responsable de mercados emergentes de SWIP.

De hecho, desde el pasado mes de agosto las reservas internacionales de Rusia (las terceras mayores del mundo) han perdido 142.000 millones de dólares, hasta los 450.000 millones; aunque desde SWIP recuerdan que "siguen siendo superiores a los 200.000 millones que tenían en 2006, cuando S&P subió la calificación del país hasta BBB+".

Por eso los expertos siguen defendiendo la solvencia del gobierno ruso, por lo que consideran que la rebaja de la calificación de S&P es demasiado negativa. "No entiendo por qué han rebajado la calificación de Rusia y no de EEUU, cuyas perspectivas económicas son mucho peores", afirma Holek. Pese a ello, desde DWS no descartan que más agencias opten por recortar el rating del país "si los datos macroeconómicos siguen deteriorándose".

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