
Pasen y vean, inversores e inversoras, el gran circo bursátil está más agitado que nunca. Siempre se ha dicho que los valores de menor capitalización son los más vulnerables a una de las bestias negras de los mercados, la volatilidad -velocidad con la que varía el precio de un activo o título, tanto al alza como a la baja-. Sin embargo, desde que comenzó la crisis el pasado verano, se han visto saltos propios de los equilibristas más experimentados también en blue chips a lo largo de todo el mundo.
Así, no es extraño que en los últimos tiempos hayan proliferado fondos que tratan de aprovecharse de la elevada volatilidad de los mercados. Pero, ¿son estos productos una oportunidad de inversión interesante?
Alicia Jiménez, directora de análisis de Self Trade, no lo tiene nada claro. "Si hay un momento teórico ideal para estos productos es desde luego ahora, cuando hay tanta inestabilidad y la bolsa no da demasiadas alternativas", comenta. Sin embargo, esta experta señala que "Cada fondo de este tipo es como una caja negra, sólo el gestor sabe dónde está invirtiendo el dinero. Se trata de productos muy complejos y desconocidos tanto para gestores como para inversores. Incluso se venden a veces como si fueran fondos absolute return. Además, son muy novedosos, por lo que, con la poca trayectoria que tienen, no podemos saber a ciencia cierta cómo se comportarían cuando volvamos a ver una volatilidad más ajustadas o cuando ésta no se comporte como estos fondos habían previsto", sentencia.
De hecho, a pesar de que no pueden pedir un escenario mejor, estos productos no están funcionando todo lo bien que debieran.
Paradoja volátil
Si comparamos el comportamiento de los fondos que aprovechan los momentos de elevada volatilidad con el de aquellos que funcionan mejor cuando ésta es más justada, nos encontramos con un dato sorprendente.
Aunque el índice VIX -que mide la volatilidad del S&P 500 y se usa como un termómetro global del miedo de los inversores- se ha disparado un 134% en los últimos 12 meses, la categoría de productos que invierten en renta variable global y tratan de aprovechar las amplias oscilaciones en el precio de los títulos pierden de media un 15,1%.
Sin embargo, los fondos que, en teoría, funcionan mejor cuando la volatilidad está más justada han demostrado su buen hacer incluso en unas condiciones tan adversas: sólo ceden de media un punto porcentual en el ejercicio, e incluso algunos, como el JPM Highbridge Statistical Market Neutral A, se anotan un repunte superior al 6% a 12 meses.
Ni siquiera los mejores alfa -productos con un plus de calidad que aporta el gestor- consiguen marcar la diferencia. Los fondos de gestión alternativa que juegan con la elevada volatilidad se dejan en el último año un 3,6 por ciento, frente al 2,7% que ceden los hedge de baja volatilidad.