Fondos

Políticos y 'hedge funds': un matrimonio de conveniencia que está de moda en EEUU

José María Aznar, ex presidente del Gobierno, trabajará para el hedge fund Centaurus. Foto: Archivo
El fichaje de José María Aznar por el hedge fund Centaurus saltó el pasado sábado a las portadas de los principales medios de comunicación en España. Fue toda una revolución, ya que es la primera vez que un ex presidente del Gobierno trabaja para un fondo de inversión domiciliado en el paraíso fiscal de Islas Caimán.

Pero no sólo eso. El movimiento del ex mandatario popular simboliza la llegada a España de la tendencia más fashion en las estructuras de poder en Estados Unidos: los matrimonios de conveniencia entre estos sofisticados productos de inversión y la clase política.

Al 'estilo' demócrata

Los hay de todos los colores. En el lado demócrata, Bill Clinton, el ex presidente de la mayor potencia mundial, tiene una relación directa e indirecta: por un lado, es asesor de Yucaipa, una firma de banca privada de los Estados Unidos; por otro, tiene colocado a un hombre de su máxima confianza, el ex secretario del Tesoro, Lawrence Summers, en uno de los mayores hedge funds del mundo, con casi 30.000 millones de dólares en activos gestionados. Se trata de D. E. Shaw, creado por el ahora multimillonario David Shaw.

Además, otra destacada miembro de su Gobierno, la ex secretaria de Estado, Madeleine Albrigth, creó hace medio año un fondo libre con su propio nombre, para invertir en mercados emergentes con un mandato de la firma holandesa PGGM, uno de los mayores fondos de inversión del mundo con 80.000 millones de euros en patrimonio.

Al 'estilo' republicano

Los republicanos también han extendido sus tentáculos por el cada vez más glamouroso mundo hedge. John Snow, quien fuera secretario del Tesoro, fue fichado en octubre por Cerberus Capital, otro gigante con más de 16.500 millones de dólares gestionados.

Más allá de la gestión...

¿Pero por qué se están dando estos movimientos? ¿Acaso tienen los políticos la formación necesaria para gestionar estos fondos que desarrollan estrategias a veces extremadamente complejas? ¿Acaso los gestores de hedge funds no pueden fichar otros traders especializados en su estilo de inversión?

Las aguas corren por otros ríos: los de la influencia. Para los gestores contar con este tipo de asesores les abre las puertas del poder, en un negocio que cada vez aspira más, como dejan ver estas palabras de Byron Wien, ex economista de Morgan Stanley que ha fichado por el fondo libre Pequot: "¿Se van a conformar los chicos de los hedge funds con sus colecciones de arte y sus mansiones en Greenwich o van a dar el siguiente paso? Se pregunta retóricamente para después afirmar que "como Hollywood invadió la política, también lo harán los hedge funds". Bien, y los políticos, ¿por qué romperse la cabeza con productos poco transparentes y en la mayoría de los casos domiciliados en paraísos fiscales?

La respuesta está en la ciudad mencionada por Wien en la cita anterior: Greenwich. Este enclave, que está situado en la costa Este de Estados Unidos en el estado de Connecticut, se ha convertido en lugar de paso inevitable para los políticos que quieren aspirar a algo en Estados Unidos, a pesar de que en la ciudad sólo hay 61.000 residentes y que Connecticut sólo aporta siete escaños, por los 31 del vecino estado de Nueva York.

Allí viven un puñado de multimillonarios gestores de hedge fund que no dudan en rascarse el bolsillo para apoyar a su candidato en las cenas o actos que estos organizan. Según International Herald Tribune, durante las elecciones al Senado de 2006, 30 ejecutivos de los mayores hedge aportaron 2,8 millones de dólares a su candidato, el doble que en 2000. ¿Adivinan a que partido aporta dinero, por ejemplo, el citado Shaw? Demócratas, claro.

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