
Nadie lo esperaba hace justo año, cuando los principales índices bursátiles acumulaban mínimos jornada tras jornada.Todo indicaba entonces que si había valores que tenían que comportarse bien en el parqué, esos eran los de gran capitalización.
Pero sucedió todo lo contrario. Fueron los pequeños y medianos valores los que se colocaron en lo alto del podio de rentabilidad ya que el rally bursátil hizo posible que se cumpliera otra de las leyendas que más se repiten en el mercado de acciones: son los que más caen un año los que más suben al siguiente.
Lo vieron venir
Los fondos que invierten en los mercados de acciones parece que sí lo vieron venir y un ejemplo está en que, según los datos deMorningstar, el peso que suponían los grandes valores en su cartera ha caído un 8,5% de media en el último año (un año antes lo habían incrementado un 1%). Por el contrario, aumentó un 9% el peso de la cartera invertido en pequeñas y medianas compañías. Es decir, el comportamiento de estos valores influyó más en el patrimonio del fondo y, por tanto, en su rentabilidad, que lo que lo hicieron los blue chips.
Así, mientras que en marzo de 2009, los grandes valores pesaban un 73% en la cartera de fondos de bolsa (se incluyen los de renta variable española, euro y EEUU), ahora, la presencia de estos títulos es del 68,97%. Por el contrario, la inversión en acciones conmenor capitalización bursátil (pequeñas y medianas) se ha recortado hasta el 28,61% del patrimonio desde el 32,35%.
El efecto mercado se nota
Dos son las razones que pueden explicar este cambio. Por una parte, está la posibilidad de que los gestores hayan sustituido algunos de sus grandes títulos por otros con menor capitalización en bolsa y, por otra, está el efecto mercado. Es decir, que se deba más a la revalorización que han aportado los pequeños valores al patrimonio que a un cambio en su cartera.
"Si miras los índices de 2009 se ve cómo los que invierten en pequeñas compañías han subido mucho más.Creo que los cambios responden más al efecto mercado que a la selección de compañías", afirma Sebastián Larraza, analista de fondos de AFI. Coincide con él Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim.
"La subida del año pasado estuvo marcada por la caza de gangas en pequeños valores y su alza ha influido en el peso que tienen en las carteras por lo que el cambio es más por efecto mercado que por otra cosa", afirma.
Bolsa española
Sin embargo, y pese a que, como explican en Profim, "la mayoría de gestores tiene definido el tipo de compañía que compra y están muy cuadriculados", sí ha habido rotaciones en las cartera. Por ejemplo, en el caso de los fondos de bolsa española, los gestores tenían el 75% de su cartera en valores de gigante y gran capitalización en marzo; y ahora tienen el 66,71%. Es decir, si antes en una cartera compuesta por 30 valores, 22 eran blue chips, ahora sólo lo son 20.
Similares variaciones se ven en los productos de renta variable euro (el porcentaje en grandes compañías ha pasado del 80,26% al 74%) aunque no en los de bolsa estadounidense (se ha incrementado del 67,91 al 68,03 en el último año). Pero es en el mercado español o, más concretamente, en los fondos que invierten en cotizadas españolas, donde más se ha notado el cambio en cuanto al peso que unos u otros títulos tienen en el patrimonio del fondo.
Frente a un recorte medio del 8%, los productos de bolsa española han recortado un 9% de media el peso de sus activos invertido en grandes valores. Y eso que el Ibex 35 suele bailar siempre al son de cinco de ellos (Santander, BBVA, Telefónica, Iberdrola y Repsol) ya que éstos representan el 62,64% en el índice. Además, seis de los diez fondos que más han recortado su peso en grandes valores están gestionados por firmas españolas y, de éstos, dos invierten en el mercado español. Sus nombres son ES Bolsa España Selección y Beta España Valor, con recortes superiores al 50%.