Fondos
Los convertibles intentan salir de la cueva: pueden ser una opción interesante en la situación actual
"Tras unos años en el olvido tanto de los emisores como de los inversores, los bonos convertibles vuelven a tener en nuestra opinión un papel fundamental en cualquier cartera de inversión", explican desde la gestora WestLB Mellon.
Muchos argumentos a favor
¿Por qué? Desde esta firma, que tiene un fondo especializado en estos productos llamado WestLB Mellon Compass European Convertible, ofrecen hasta cuatro argumentos para justificar su tesis: "Su carácter defensivo, que permite invertir en renta variable con la protección del soporte del bono"; que es "uno de los pocos activos que se beneficia de la volatilidad"; "que la sensibilidad al diferencial de crédito es inferior a la de los bonos" y que "el volumen de emisiones ya se ha recuperado en 2007 y está aumentando en 2008", añaden.
Sin embargo, si se echa una mirada a las rentabilidades recientes de estos productos, las cifras no invitan en absoluto a poner dinero en ellos. Desde que empezó 2008 hasta el pasado jueves 20 de marzo, la media retrocede más de un 11 por ciento, según datos de Vdos Stochastics, y el mejor producto de la categoría muestra un descenso del 2,55 por ciento. El siguiente que mejor se comporta, el DWS Invest Convertibles , pierde ya cerca de un 5 por ciento.
¿Desalentador? Sí, si se les mide frente a los bonos, pero al contrario si se les compara con las acciones, pero hay que mirarlos con otros ojos: "En general su objetivo es recoger dos tercios de las subidas de los mercados bursátiles y tan sólo un tercio de los descensos, la llamada asimetría", explicaban hace poco los analistas de fondos de Tressis en El Navegador, la sección de recomendación de fondos que cada sábado publica elEconomista en el suplemento Ecobolsa. Por eso, desde Tressis, sí les ven cabida en "en un escenario como el actual, de movimientos laterales sin una tendencia definida, ya que estos fondos se muestran como una alternativa más conservadora que la renta variable pura sin dejar por ello de tener una cierta exposición bursátil", explicaban.
Desde esta entidad, aconsejaban cuatro nombres: DWS Invest Convertibles NC; GLG Global Convertible UCITS N; JPM Global Convertibles EUR D Acc EUR y Aviva Morley Global Convertibles C.
Aumento del interés
Precisamente este último fondo ha lanzado recientemente una clase en euros con cobertura "en respuesta al crecimiento de la demanda de convertibles entre los inversores europeos", explica desde la firma Aviva Morley. Según su gestor Tom Wills, el interés por estos títulos "está aumentando en casi todos los mercados por la preocupación que suscita la volatilidad bursátil. Además, las emisiones crecieron con fuerza el año pasado en EEUU, Reino Unido y Asia".
Este producto, a pesar de contar con la segunda mejor calificación de calidad en la gestión según S&P, ha sufrido el complicado inicio de año. Según datos de la agencia Bloomberg, su versión en dólares cae un 4,34 por ciento en 2008, tras vivir una fuerte recuperación las últimas dos sesiones.
¿Pero atraen estos fondos al ahorrador particular? "No, quizá sea uno de los instrumentos más desconocidos para el cliente final", explica Félix López, gestor de fondos de Atlas Capital. "Sólo hay que fijarse en que apenas hay productos de gestoras españolas especializados en estos bonos".
Esta firma, que distribuye el fondo que menos cae en el año de la categoría, el Julius Baer Global Convert Bond, de hecho ni quiera está viendo demanda de estos productos entre los inversores institucionales españoles.
Y aquí no hay problemas de desconocimiento. De hecho, en la mayoría de las grandes sicav que invierten en fondos, hay productos de este estilo en las carteras. Uno de los que no suele faltar es el GLG Global Convertible, gestionado por el gigante de los fondos de inversión libre británico GLG, un producto cuyos gestores ponen el énfasis en realizar una selección de valores muy exhaustiva.
Las virtudes de estos fondos parecen muchas, pero quedan oscurecidas por el díficil momento de los mercados: "El ahorrador ahora no quiere productos en los que aprecia riesgo", dice López.