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EEUU: Cientos de dolientes asisten al funeral del convicto Troy Davis



    Cientos de dolientes se reunieron en Georgia (sureste de Estados Unidos) para asistir al funeral del convicto Troy Davis, esperando que su ejecución, el 21 de septiembre, se convierta en un emblema de la lucha contra la pena capital.

    Los asistentes, vestidos en su mayoría con camisetas azules que decían "I am Troy Davis" (Yo soy Troy Davis), abarrotaron la Iglesia Jonesville Baptist, al sur de la ciudad de Savannah.

    Davis, un negro de 42 años, fue ejecutado después de agotar los recursos legales para evitar la inyección letal por el crimen del policía blanco Mark MacPhail en 1989, por el que fue sentenciado en un proceso que dejó muchas dudas sobre su culpabilidad, según la defensa y varias organizaciones humanitarias opuestas a la pena capital.

    Frente a un ataúd envuelto con flores, y rodeados de fotografías de Davis, varios participantes tomaron la palabra para abogar por la abolición de la pena de muerte en Estados Unidos.

    Por su parte, el director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, Larry Cox, mantuvo una campaña mundial en apoyo a la causa de Davis, argumentando que se trata de una "grave violación de los derechos humanos por parte del gobierno, al matar deliberadamente a un prisionero".