
Ser la número uno no siempre reporta beneficios. Es el caso de Gisele Bündchen, que culpa de sus males con Hacienda a Forbes, publicación que señala siempre a la brasileña como la modelo mejor pagada del mundo.
En su ranking de 2013 la revista Forbes colocaba en el top one a Gisele con unos ingresos estimados de unos 42 millones de dólares. Lo cual situaba a la brasileña a bastante distancia de la segunda en la lista, la ultrasexy Miranda Kerr, que en 2013 (siempre según Forbes) habría ganado unos 7'2 millones de dólares.
Además, Gisele está en el podio de como la modelo mejor pagada del mundo desde hace siete años. Imbatible temporada tras temporada.
Resultado: al fisco estadounidense (Gisele reside en Los Ángeles) le ha entrado la curiosidad y ha comenzado a investigar las cuentas de la brasileña. De momento, todo en regla (que sepamos). Pero con Hacienda, pocas bromas.
No soy tan rica, en serio
Con motivo de este fisgoneo de Hacienda, Gisele ha declarado a varios medios brasileños que se exagera mucho acerca de su fortuna. Que tiene dinero pero no tanto como dicen. Que Forbes se pasa. Es triste porque la gente que escribe esas cosas no sabe los detalles de mi cuenta corriente, señala Gisele, dolida (¡ay!).
La propia revista Forbes ha recogido el guante con elegancia y humor. Hace sus cuentas e insiste en que, sí, Gisele gana mucho dinero (lo cual es legítimo, qué caramba). Entre otras cosas, recuerda la publicación que el lanzamiento de su propia firma de ropa interior le está yendo muy bien y que tiene previsto abrir su primera tienda en breve.
También apunta Forbes a un ingreso más que jugoso que Gisele puede obtener en breve: el que pueda sacar con la venta de su casa de Los Ángeles (una espectacular mansión), que ofrece al módico precio de 50 millones de dólares.
No es oro todo lo que reluce
Pero naturalmente que Gisele seguro que lleva parte de razón cuando critica a quienes hacen la cuenta de la vieja con lo que ella gana o deja de ganar. Resulta muy complicado realizar un análisis ajustado de lo que gana una estrella como Gisele, que funciona casi como una marca o empresa en sí misma, que tiene numerosos gastos y compromisos y que asume riesgos en su negocio.
En cualquier caso, y aunque lo del fisco duela, tampoco es tan horrible aparecer en un ranking de Forbes. Más de una (y de uno) se cambiaría por Gisele. Eso seguro.
Fotos: Gtres, Instagram
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