Hace un mes y medio, una condena a cuatro años de cárcel por fraude fiscal, ahora una sanción récord de más de 500 millones de euros. Los problemas judiciales de Silvio Berlusconi parecen no acabarse nunca. Mientras el líder conservador se está sometiendo al voto del Senado sobre su exclusión de la política (tal y como le impone la condena por fraude fiscal) los jueces le dan otro disgusto poniendo en peligro, en consecuencia, la estabilidad política de Italia.El Tribunal Supremo transalpino confirmó esta semana la obligación de Fininvest, el holding de Berlusconi, a resarcir al conglomerado CIR por los daños patrimoniales causados en la pugna por la editorial Mondadori. A pesar de que los jueces han rebajado la sanción en unos 23 millones de euros, se trata en todo caso de una fortuna: 541 millones. Con esta decisión, el Supremo rechaza en su mayor parte el recurso de Fininvest (holding que controla, junto a Mondadori, Mediaset y el AC Milán), y confirma la condena de este proceso civil cuyos hechos se remontan al comienzo de los 90. Entonces, Fininvest y CIR, ambos accionistas de Mondadori, recurrieron a la Justicia para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, herederos del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que daban el control de la empresa. En 1990, un tribunal decidió que el acuerdo al que Carlo de Benedetti, de CIR, había llegado con la familia antes de que ésta cambiara de opinión a favor de Berlusconi era el que tenía validez, decisión que fue recurrida posteriormente por Fininvest, a quien un juzgado de Roma dio la razón en 1991. Posteriormente, el caso se reabrió por la vía penal para averiguar si habían existido irregularidades en el proceso y Cesare Previti, exabogado de Berlusconi, fue condenado en 2007 a un año y seis meses de cárcel por sobornar a uno de los jueces que se hicieron cargo del asunto, mientras que el líder conservador salió indemne. Mientras tanto, en lo civil la indemnización ha pasado de los 750 millones de euros, fijados por la sentencia de primera instancia en el octubre de 2009, hasta los 541 millones de euros. En todo caso un "atraco" según lo ha definido el mismo Berlusconi que parece no soportar la idea de resarcir a su antiguo rival, que es editor del principal diario progresista de Italia, La Repubblica, y vinculado con el Partido Demócrata, adversario de Il Cavaliere a pesar de la cohabitación en el actual Ejecutivo. La nueva condena ha desatado, como era lógico, nuevas protestas de los partidarios de Berlusconi (la hija mayor del empresario Marina ha anunciado "no nos rendimos"), aunque de momento no se prevén nuevas retorsiones sobre el Gobierno. Antes de conocerse la sentencia, Berlusconi se preparaba para difundir un anuncio en el que previsiblemente se desmarque de los intentos por hundir al Ejecutivo. El vídeo, previsto para este miércoles, se conocerá un día antes de que la Comisión del Senado tome una decisión final sobre si el líder debe ser expulsado de la cámara alta. Sin embargo, tras semanas de altibajos caracterizadas por un vaivén de amenazas al Gobierno, habrá que ver si el desembolso de más de 500 millones es suficiente para hacer cambiar otra vez idea a Il Cavaliere.