
Diviertt S. L., la empresa promotora de la fiesta de Halloween en el pabellón Madrid Arena que acabó con cuatro fallecidas, ha argumentado que el riesgo se elevó como consecuencia del "botellón multitudinario en el que participaron jóvenes de todas las edades" fuera del recinto y ha señalado al Ayuntamiento como responsable.
En un comunicado, la empresa señala que "el Madrid Arena es un recinto municipal y, en consecuencia, es responsabilidad del Ayuntamiento garantizar que el recinto reúne las condiciones técnicas y de seguridad necesarias" y apunta a que "la Delegación de Gobierno, los técnicos de Madrid Espacios y Congresos y los responsables de Seguriber inspeccionaron el recinto" y autorizaron el evento.
Además, Diviertt remarca que la seguridad del exterior del recinto, "donde se produjo el botellón multitudinario", corresponde a la Policía Municipal.
¿De quién depende Seguriber y cuáles eran sus funciones?
En la misma nota, volviendo a la labor de Seguriber, la empresa promotora señala que "es su responsabilidad controlar la seguridad integral del recinto" y recuerda que en el contrato de alquiler, se exigió a Diviertt la contratación de esa compañía, por lo que, señala, "corresponde a Seguriber determinar el plan de seguridad".
Así, según Diviertt, fue Seguriber la que estableció "un total de 38 vigilantes" sobre quien la promotora no tenía potestad ni autoridad alguna" y por tanto, las labores de requisa y de llegada al control de acceso.