
El Gobierno se ha propuesto terminar con los abucheos que presiden el desfile del Día de la Fiesta Nacional desde hace seis años. Aunque durante todos los años de presidencia de Rodríguez Zapatero el Ejecutivo no se había preocupado de esta cuestión, ha anunciado que este año adoptarán medidas para intentar que los asistentes mantengan silencio al menos en los momentos más solemnes del acto.|"Cambia la fiesta nacional para alejarnos de la sociedad".
Tras el desfile del año pasado, Zapatero mostró su intención de aprobar un protocolo con el resto de grupos parlamentarios para que, según el propio presidente, la fiesta del 12 de octubre transcurriera "por los derroteros de la tranquilidad".
Aunque no se ha logrado este acuerdo, el Gobierno no ha cesado en su intento por callar los abucheos. Aunque sabe que es difícil lograrlo, su intención es que el silencio se mantenga al menos en los momentos más emotivos del acto: los homenajes a la bandera y a los caídos, según informa el diario El Mundo.
Homenaje a los caídos
El Gobierno hará uso de las pantallas gigantes que mañana estarán colocadas por todo el recorrido para que los asistentes no se pierdan detalle, solicitando a través de ellas que guarden "el máximo respeto" en los momentos clave.
De los dos homenajes principales, el que más preocupa al Ejecutivo es el dedicado a los caídos. En él participan, demás del Rey Don Juan Carlos y el presidente Zapatero, los familiares de miembros de las Fuerzas Armadas fallecidos durante el último año.
Sin 'besamanos'
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha querido dar un aire civil al último desfile organizado por ellos, y por ello habrá algunas novedades. Una de ellas es la participación activa de los museos, palacios e instituciones de la capital, que se sumarán a las celebraciones de la Fiesta Nacional con una jornada de puertas abiertas.
Además, este año el desfile se realizará entre las plazas de Atocha y Colón y tendrá ubicada la tribuna presidencial en Neptuno. De esta forma, el recorrido de los militares se ve amplificado en 600 metros.
Tras el acto militar, tradicionalmente la Familia Real ofrece en el Palacio Real una recepción a las autoridades y representantes de todos los sectores de la sociedad. Según publica el diario ABC, este año se ha omitido el famoso 'besamanos' -un saludo individualizado en el Salón del Trono-, por lo que sólo tendrá lugar un saludo a todas las autoridades en el Salón Gasparini.