Chile aplicó a partir de este miércoles una reducción del voltaje de hasta un 10% para evitar cortes programados de electricidad, como consecuencia de la crisis energética derivada de la peor sequía en décadas, informó la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
Las distribuidoras debieron bajar desde los 220 a los 200 voltios el voltaje de la electricidad que entregan al sistema Interconectado Central, que abastece a casi el 90% del país, siguiendo un instructivo oficial.
"La Superintendecia instruyó a las distribuidoras para que apliquen esta baja de voltaje en forma obligatoria y no dejarlo facultativo", señaló la superintendenta Patricia Chotzen.
Según las autoridades, la baja de voltaje es "imperceptible" para los consumidores.
La reducción es una de las medidas anunciadas por el Gobierno para evitar aplicar cortes programados de electricidad. El sistema de generación chileno se encuentra al límite, como consecuencia de la peor sequía en décadas y la escasez de gas natural.
Chile genera el 60% de su electricidad en centrales hidroeléctricas, cuya capacidad de sus embalses se encuentran seriamente mermada. Hasta 2004, Chile también generaba una parte importante de su electricidad a partir del gas natural que Argentina le exportaba.
Esos envíos se han reducido al mínimo, suficientes sólo para abastecer al consumo residencial de la zona central del país.
Una de las principales generadoras, Nehuenco, salió además del sistema en diciembre y se prevé que no antes de cinco meses entrará en operaciones.
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