Energía

Las primeras ayudas para el área de Garoña se cobrarán en febrero de 2010

Madrid, 30 jul (EFE).- El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha anunciado hoy que los primeros 25 millones de euros de las ayudas del plan de dinamización social previsto para la zona de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, comenzarán a cobrarse en febrero de 2010.

En su comparecencia en una sesión extraordinaria de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso, Sebastián ha recordado que el plan de reindustrialización para Garoña está dotado con cien millones de euros que se repartirán entre 2010 y 2013, a través de subvenciones a fondo perdido y de anticipos reembolsables sin interés.

Además, con la intención de que este programa específico sea "lo más efectivo posible", ha anunciado, el Gobierno pondrá en marcha en septiembre una campaña de información sobre estas ayudas.

En octubre se abrirá una primera convocatoria de proyectos y, para febrero de 2010, los proyectos escogidos empezarán a recibir estos créditos y subvenciones.

Sebastián ha explicado que en este concurso tendrán preferencia las iniciativas industriales generadoras de empleo, las iniciativas públicas que sirvan para mejorar el atractivo de la zona para la industria, y las iniciativas sin ánimo de lucro que proporcionen soluciones tecnológicas para la mejorar la productividad de las pequeñas y medianas empresas.

Sobre las razones del cierre de esta central, previsto para el 6 de julio de 2013, ha dicho que "no deben ser entendidas como una renuncia taxativa del Gobierno a la energía nuclear porque, hoy por hoy, y aunque quiera, el Gobierno no puede renunciar a esta energía hasta que no haya una alternativa limpia, segura y almacenable".

Ha insistido también en que el cierre de la central burgalesa "no pone en cuestión la energía nuclear en su conjunto", sino que responde al caso concreto de una instalación que está llegando al final de su vida útil (40 años) y que "no es la regla, sino la excepción que marca la ley para un caso de estas características".

Además, ha asegurado que el cierre de Garoña no se basa sólo en las consideraciones técnicas emitidas por el Consejo de Seguridad Nuclear, sino en otras cuestiones de política energética.

En ese sentido, ha recordado que, en 2008, Garoña produjo sólo el 1,3 por ciento de la electricidad generada en España, una cantidad que no pone en riesgo el suministro y que "es una oportunidad para seguir impulsando el ahorro energético y las energías renovables".

Sebastián ha recordado también que la decisión de promover energías limpias no es sólo una apuesta del Gobierno, sino un mandato europeo que establece que para 2020, el veinte por ciento de la energía final y el cuarenta por ciento de la electricidad deben proceder de fuentes renovables.

Además, cerrar Garoña en cuatro años, permitirá que el cese de actividad se haga en condiciones de seguridad, con tiempo para desmantelar y evacuar los residuos radiactivos generados por esta central, y poner en marcha un plan dinamizador para garantizar el futuro de la zona.

Por último, ha dicho que el cese de Garoña ha sido una decisión "difícil" pero "meditada" y coherente con el programa electoral socialista que establece el cierre ordenado de las centrales cuando cumplan su vida útil y no presenten problemas de suministro.

Sin embargo, los dos grupos parlamentarios que solicitaron la comparecencia del ministro han vuelto a lamentar la decisión del Gobierno que, para el PP ha sido prematura y "un error medioambiental, económico y social", mientras que para ICV prolonga dos años más una planta que debía cerrar en 2011.

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