
Viena, 15 mar (EFE).- La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se comprometió hoy en Viena a cumplir estrictamente con los recortes de producción ya acordados el año pasado, lo que significa que retirará del mercado unos 800.000 barriles diarios.
Así lo confirmaron varios ministros de Petróleo tras una reunión ordinaria del cártel en Viena, donde acordaron también volver a reunirse en mayo en esta misma capital.
El ministro argelino de Petróleo, Chekib Jelil, señaló a la prensa que la decisión de hoy es "lo mejor que podemos hacer para ayudar a estabilizar la economía (mundial) y renovar el demanda del petróleo".
"Es una posición muy responsable, ya que le da al G-20 la posibilidad de hacer su trabajo. Después de la reunión del 2 de abril (en Londres), según la decisión tomada allí, nosotros tomaremos la nuestra", agregó.
Jelil se refería a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los principales países industrializados y emergentes en la que tratarán de paliar los efectos de la actual crisis económica, calificada hoy por la OPEP como "la peor de las últimas décadas".
"Nos vamos a reunir el 28 de mayo (en Viena). Lo que necesitamos es cumplir por completo, y entre ahora y abril deberíamos ver 800.000 barriles diarios menos (en el mercado)", dijo.
Con ello, el grupo implementaría por completo el acuerdo sellado en su última reunión de Orán (Argelia), en diciembre pasado, de rebajar la producción hasta 24,84 millones de barriles diarios (mbd) -sin Irak-, 4,2 mbd menos que en septiembre de 2008.
"En la reunión de mayo vamos a evaluar la situación y si necesitamos más recortes y lo podremos hacer", concluyó Jelil.
Por su parte, el ministro ecuatoriano de Petróleo, Darlis Palacios, comentó a Efe que "estamos cumpliendo (el acuerdo de Orán) al 79 por ciento y acordamos ir al cien por cien".
Tras su expresar su satisfacción por los resultados logrados hoy en Viena, Palacios subrayó que Ecuador rebajará su producción a 460.000 barriles diarios.
La conferencia ministerial de Viena ha tenido lugar bajo la clara determinación de continuar cerrando las espitas para defender el precio del "oro negro" en medio de una decreciente demanda, erosionada por la crisis económica mundial.