Mérida (México), 5 oct (EFECOM).- El Banco de México criticó hoy la estructura jurídica y operacional de las subsidiarias de los grandes bancos internacionales que operan en los mercados emergentes, porque en ocasiones resultan perjudiciales para los países que las acogen.
Según el gobernador del Banco de México (central), Guillermo Ortiz, "actualmente el 40 por ciento en promedio de los activos de los bancos en los países en desarrollo se encuentra en manos de inversionistas del exterior".
Durante su participación "en la XIV Conferencia Internacional de Supervisores Bancarios (ICBS)", que se celebra en la ciudad de Mérida (cerca del Caribe mexicano), Ortiz dijo que en países como México, Bulgaria, Estonia y Polonia, la banca extranjera controla inclusive más del 80 por ciento del mercado.
Las casas matrices de los bancos "administran a sus subsidiarias como si fueran sucursales. Asignan capital y líneas de negocio a lo largo de todo el grupo hacia aquellos segmentos que ofrecen un pronóstico más atractivo de riesgo y rendimiento", manifestó.
Sin embargo, criticó que "esos bancos internacionales limitan su responsabilidad legal con el capital invertido en sus sucursales", y los responsables de las subsidiarias "actúan como embajadores de la matriz, con muy poco poder de decisión".
El banquero reprochó que las trasnacionales financieras registren sus transacciones en los lugares en que "el costo de los recursos y las cargas regulatorias son menores", lo cual "va en detrimento de los ingresos del banco local donde el negocio fue originado y podría tener consecuencias de carácter fiscal".
Ortiz reprobó también que las trasnacionales financieras establezcan "límites a la exposición crediticia en cada uno de los países en que operan de acuerdo con la sensibilidad al riesgo de su cartera global".
Manifestó que esto termina por afectar a todas las subsidiarias, las cuales se ven forzadas a disminuir su exposición en países donde no es necesario.
También planteó que se debería requerir a los bancos locales grandes, incluyendo sus subsidiarias más importantes, que coticen al menos un 30 por ciento de sus acciones en la Bolsa de Valores.
"La participación de accionistas minoritarios en el capital y su representación en los órganos directivos ayudaría a impedir que eventualmente la matriz pudiera tomar decisiones que no fueran favorables para la subsidiaria", agregó.
Ortiz también lanzó críticas contra los bancos en México y argumentó que es importante que empresas comerciales (como las tiendas Elektra, Famsa y posiblemente Wal-Mart) operen bancos en el país, porque "el sector financiero se encuentra altamente concentrado" y "segmentos importantes de la población no tienen acceso a servicios bancarios".
Sin embargo, señaló que podrían haber "abusos" por parte de "las empresas comerciales propietarias de bancos.
Al respecto, precisó que es necesario limitar las transacciones entre las partes relacionadas (bancos y empresa propietaria), exigir que los consejeros del banco "sean independientes de la entidad controladora" y evaluar los riesgos que afectan a todo el grupo y no sólo a la institución financiera.
Un accionista comercial "puede obligar a sus proveedores a operar con el banco del que es propietario", estimó, por lo que la supervisión de estos nuevos bancos es "un reto formidable", concluyó. EFECOM
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