Las empresas de renovables comienzan a sentir la dureza de la reforma energética del Gobierno. Según los datos recogidos por el Gabinete de estudios económicos de Axesor, el número de concursos se ha incrementado un 140%, al pasar de las 29 empresas que tuvieron que acudir a este procedimiento en 2013 a las 72 compañías energéticas que han tenido que presentarlo en 2014 para hacer frente al deterioro de sus cuentas.
De este modo, el sector energético se convierte en uno de los pocos en los que se han incrementado el número de procedimientos formales de insolvencia. La mayor parte de los concursos se encuentran concentrados en la producción de energía eléctrica. De los 72 procesos abiertos, un 76,3% pertenecen a energías renovables.
Las cifras del sector energético, no obstante, son notablemente inferiores a las registradas en otros como la construcción con 1.673 concursos aunque en este sector se redujeron el número de insolvencias en un 36,6%, una tendencia radicalmente opuesta. Según destaca la compañía en un informe que ha realizado, al que ha tenido acceso elEconomista, los concursos de renovables siguen la tendencia contraria al panorama español, ya que en los últimos 18 meses se ha reducido.
La reforma energética, no obstante, ha servido para darle un marco jurídico con una mayor estabilidad para los próximos seis años (un periodo regulatorio), un extremo que ha permitido que vuelvan a crearse nuevas compañías de renovables en España, aunque ha acabado con otras por el recorte de la retribución.
Creación de empresas
En el sector energético en 2014 se crearon 505 empresas, de las cuales 361 se dedican a las renovables, lo que supone un 13,2% más que el año anterior, pero el ritmo de creación de sociedades se ha reducido drásticamente desde el pico de las 11.133 constituciones en 2007, su punto más alto, cuando para recibir unas mayores primas se constituían muchas sociedades para una misma planta fotovoltaica de menor tamaño con el que incrementar los incentivos a cobrar.
El capital ampliado por parte de las empresas españolas lleva tres años descendiendo, lo que se explica -en opinión de Axesor- por una posición todavía conservadora para acometer nuevos proyectos de inversión y a lo que se suma que el crédito está comenzando a volver suavemente al tejido empresarial en general.
Pese a esa vuelta, los datos de Axesor muestran que el crédito al sector energético ha caído un 24% desde 2010, situándose al cierre de este año pasado en 37.889 millones de euros.
La probabilidad de impago en el sector de las energías renovables se situó en el 10,2%, según los cálculos de la agencia, una cifra un punto inferior al promedio del tejido empresarial español.
Mientras que la tendencia general registra un fuerte descenso (el promedio nacional acumula una caída del 22,6% en el último año), la probabilidad media de impago en renovables se ha incrementado en un 18,8% en los últimos doce meses y más del 110% comparado con los datos del año 2012. Frente a las energías verdes, la probabilidad de impago del sector de las energías no renovables es del 6,62%.
Bonos verdes
Esta situación de freno del crédito ha provocado un crecimiento de la emisión de bonos verdes, que marcó un récord histórico en 2014 al alcanzar los 39.000 millones de dólares en el mundo (un total de 19.000 millones de deuda corporativa). Para este ejercicio, los cálculos previstos cifran en 30.000 millones las emisiones y se espera que las empresas chinas tengan un papel muy relevante.
A este sistema de financiación, se suma el desarrollo de las llamadas yieldco, una serie de empresas creadas por una matriz aglutinando los activos renovables operativos y que ofrecen un alto rendimiento en forma de dividendo como pueden ser los casos de Abengoa Yield o Saeta Yield.
Este tipo de sociedades están experimentando un fuerte crecimiento tras la experiencia vivida en las emisiones en Estados Unidos, Reino Unido y ahora España con la colocación de Saeta. Algunos inversores institucionales han construido equipos para valorar proyectos de energía solar y eólica para invertir en ellos como propietarios, la baja rentabilidad de los bonos soberanos está impulsando el lanzamiento de este tipo de sociedades. El dinero procedente de institucionales pasó de 1.800 millones en 2013 a los 2.800 millones de 2014.
Axesor en su informe asegura que una de las formas de conseguir financiación con los llamados "projects bonds", el mismo sistema que utilizó el polémico almacén de gas Castor, pero que suponen una fórmula de financiar un proyecto mediante la cesión de flujos de caja futuros, lo que permite dar visibilidad a través de la emisión y cotización y permite extender los ven- cimientos de deuda.
Informe de la Planificación
Por otro lado, el Ministerio de Industria presentó este jueves el informe de sostenibilidad de la Planificación energética de 2015 a 2020, un documento necesario para poder aprobar la hoja de ruta de la generación para los próximos años.
El informe incluye la previsión de una posible deshibernación de 2.000 MW de ciclo combinado en 2020 como la fórmula ambiental y económica más sostenible para cumplir con el objetivo de demanda para ese fecha. En los planes del Gobierno se mantiene el objetivo de hibernar hasta 6.000 MW aunque el Gobierno ha decidido guardar en un cajón la propuesta de Real decreto que puso sobre la mesa cuando aprobó la reforma energética.
En esta revisión además se estudian los primeros pasos de las consecuencias ambientales de los nuevos tendidos eléctricos, incluidas las futuras interconexiones internacionales.
El empleo en el sector baja
El Ministerio de Empleo asegura que el número de afiliados medios para el sector energético ascendía en 2014 a un total de 38.858 personas, un 1,2% menos que en 2013, manteniendo la tendencia negativa iniciada ya en en 2011. Según Axesor, los primeros datos de 2015 no son especialmente buenos, ya que para el mes de enero los afiliados medidos del sector disminuyeron un 3,9% si se compara con el mismo periodo del año pasado.
Por otro lado, el conseller de Empresa y Empleo, de Cataluña, Felip Puig, apostó este jueves por replantear la financiación pública que se destina al impulso de las renovables, de tal modo que se sustituya el actual sistema de primas por una dotación fija en los presupuestos generales. "No nos podemos basar en un sistema de primas artificiales", ha apuntado también Puig durante la inauguración del seminario sobre la utilización del biogás como una nueva fuente de energía organizado por la Fundación Gas Natural Fenosa.