El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente proyecta nuevas normas de calidad -como las que ya rigen para el ibérico, entre otros- a nuevos productos como harinas y sémolas, sidra, preparados para infusiones, conservas vegetales, aceitunas, queso o cerveza.
El objetivo de las próximas normas de calidad, según ha anunciado la ministra Isabel García Tejerina, es adaptarlas a las innovaciones experimentales en estos sectores.
García Tejerina ha destacado la importancia de la calidad de los productos alimentarios como estrategia para garantizar una mayor presencia en los mercados internacionales. García Tejerina, además, ha negado que el Gobierno tenga planteado un impuesto específico al vino.
Respecto al sector vitivinícola, ha asegurado que la solución para el sector del vino a granel no es la destilación, porque "no arreglaría" la situación" y la retirada del mercado tendría alto coste económico.
En su opinión, el sector primario tiene ya "herramientas para evitar excedentes", como limitar la producción -que ya funciona en algunas denominaciones de origen- o un adecuado manejo del agua.
En cuanto al lácteo, ha avanzado que negocian con la Unión Europea nuevas medidas que aseguren el seguimiento de los precios de la leche y los márgenes, y permitan responder a eventuales situaciones de
crisis, además de defender el apoyo al lácteo impulsado, desde España y Bruselas, que han hecho que el panorama actual no tenga "nada que ver" con los problemas de 2012.
Según la ministra, "la inversión en investigación pesquera y la recuperación de la credibilidad negociadora" son las que han reportado esos resultados para España, y el Gobierno "ha logrado recuperar el liderazgo en la Unión Europea en materia de cumplimiento y control de la actividad pesquera".
En el caso concreto del atún rojo, ha confiado en que este año sea el del reconocimiento de la mejora de la situación real de esta especie: "No se puede seguir defendiendo que el atún rojo está sobreexplotado".