Río de Janeiro, 25 abr (EFECOM).- El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, dijo hoy que el etanol es como el colesterol, ya que puede ser bueno o malo, y que el producido en el país es el bueno por no atentar contra el ambiente ni contra la seguridad alimentaria mundial.
"El etanol es como el colesterol. Hay etanol bueno y etanol malo. El etanol de caña de azúcar es el etanol bueno", aseguró el canciller brasileño en declaraciones que concedió a periodistas en Río de Janeiro tras un acto en homenaje al arquitecto Oscar Niemeyer.
Amorim insistió en que la política brasileña para incentivar la producción y el consumo mundial de etanol procedente de la caña de azúcar no puede ser responsabilizado de la actual crisis mundial causada por el aumento de los precios de los alimentos.
Aseguró que los factores que más contribuyen en esa crisis son los subsidios que los países ricos conceden a sus agricultores, que desincentivan la producción en los países pobres, así como el aumento del precio del petróleo, que eleva los costos de producción y de los fertilizantes.
Sin referirse al etanol que Estados Unidos produce a partir del maíz, cuya alta demanda ha provocado una elevación del precio y escasez de ese cereal en todo el mundo, el ministro brasileño dijo que el combustible que Brasil fabrica de caña de azúcar no disputa espacio con alimentos.
"El etanol brasileño, como el colesterol bueno, salva", aseguró el canciller al referirse a los beneficios ambientales y económicos del biocombustible como alternativa a la gasolina.
Amorim aseguró que los subsidios que los países ricos conceden a sus agricultores son los principales responsables por el aumento de los precios de los alimentos.
Citó el caso de varios países africanos que, aunque no producen biocombustibles, dejaron de producir alimentos debido a que no tienen cómo competir con los precios subsidiados de los agricultores de los países desarrollados.
"Los países africanos no producen biocombustibles ni alimentos. No producen nada y tienen el problema del hambre por causa de los subsidios de los países ricos", dijo.
Aseguró que si la crisis de los alimentos es global obedece a que tiene factores mundiales que la provocan.
"Con seguridad uno de esos factores es el aumento de los precios de los fertilizantes, es decir el aumento del precio del petróleo, que produce un aumento de los costos de producción", afirmó.
Dijo igualmente, parafraseando al propio presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que la crisis también obedece a un aumento de la demanda por alimentos y que, si creció la demanda mundial por alimentos, es porque actualmente "hay muchos pobres que ya no son tan pobres y que están comiendo".
"Entonces la solución es producir más alimentos, producir más biocombustibles y eliminar los subsidios", concluyó. EFECOM
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(con fotografías)