Bruselas, 24 abr (EFECOM).- La patronal europea, BusinessEurope, admitió hoy que el crecimiento en la eurozona se quedará este año en el 1,7%, tasa que en la UE será del 2%, como consecuencia de las turbulencias financieras, la desaceleración en Estados Unidos, la subida de las materias primas y la escalada del euro.
El empeoramiento de la situación en los últimos meses ha llevado a BusinessEurope a recortar cuatro décimas las previsiones que publicó en noviembre, a pesar de lo cual los empresarios siguen exhibiendo un "cauto optimismo".
En la presentación del informe semestral de coyuntura, el secretario general de la patronal, Philippe de Buck, constató la significativa pérdida de dinamismo de la economía europea -la zona euro pasará de crecer el 2,6% en 2007 al 1,7% y en la UE la bajada será del 2,9% al 2%-, pero hizo hincapié en que se seguirá creando empleo, con el consiguiente descenso de la tasa de paro.
Para 2009, los empresarios vaticinan una leve recuperación, con tasas de aumento del PIB del 1,8% en el área de la moneda única y del 2,1% en los Veintisiete.
España será, según BusinessEurope, uno de los países más afectados por la desaceleración, pues el avance del PIB caerá este año al 2,4% (desde el 3,8% de 2007) y al 1,9% en 2009.
Los economistas de la patronal señalan que en España, como en Irlanda y Reino Unido, se ha sumado a la incertidumbre global el fin del "boom" inmobiliario.
Los empresarios están convencidos, en cualquier caso, de la resistencia de la economía europea, apoyada en el fuerte crecimiento de los últimos años, el dinamismo del mercado laboral, la saneada posición contable de las empresas, el ahorro de los hogares y la menor vulnerabilidad del sector financiero.
Apuntan, además, que aunque la escalada del crudo les perjudica, su repercusión es menor en Europa que en otras áreas económicas por la fortaleza de la moneda única.
A este respecto, BusinessEurope volvió hoy a hacer constar la preocupación de los empresarios por la debilidad del dólar, pues afecta a sus exportaciones, especialmente en el sector aeronáutico, de defensa, químico, textil, de ingeniería y automovilístico.
De Buck destacó que la moneda europea ha ido rebasando sucesivos "umbrales de dolor", hasta superar la barrera de 1,6 dólares.
El secretario general de la patronal se mostró, no obstante, satisfecho por la respuesta de los mandatarios de la eurozona a las demandas de los empresarios y valoró su apelación a las autoridades de EEUU y en los foros internacionales en contra de las fluctuaciones bruscas en los tipos de cambio.
La otra gran preocupación de los empresarios de la UE es la inflación, que ha escalado en los últimos meses hasta niveles desconocidos en los últimos quince años.
En marzo, el IPC Armonizado se situó en el 3,6% en la eurozona y el 3,8% en la UE, muy lejos del objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE).
A su juicio, es fundamental retomar la senda de "estabilidad de precios" para permitir al BCE y a los otros bancos centrales de la UE tomar medidas para combatir la desaceleración.
Por eso, BusinessEurope pidió a los sindicatos responsabilidad en sus demandas salariales para evitar efectos de "segunda ronda".
En este contexto, la patronal recalcó que los últimos incrementos salariales aplicados en Alemania no deben servir de ejemplo al resto de la UE.
Los empresarios reiteraron, por último, la importancia de que los Estados miembros mantengan, también en esta fase de desaceleración, la disciplina fiscal.
Dejaron claro que la respuesta más adecuada a la pérdida de fuelle económico no son paquetes fiscales selectivos sino ajustes en la política de gasto combinados con reformas tributarias que incentiven la actividad. EFECOM
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