El presidente de la constructora francesa Eiffage, Jean-François Roverato, justifica la demanda por lo penal que su grupo interpuso en 2007 contra la española Sacyr asegurando que "era la guerra y todo estaba permitido".
"No puedes dejar que te disparen con un Kalashnikov y responder con una espada", afirma Roverato hoy en Le Figaro, al acusar del presidente de SACYR< :SYV.MC:> Luis del Rivero, de haber hecho "trampa".
Fin del enfrentamiento
Sacyr vendió el pasado jueves su participación del 33,32 por ciento en Eiffage a inversores institucionales franceses, lo que puso fin a dos años de contencioso generado por la pretensión del grupo español de hacerse con el control de la francesa, que se oponía a ello.
En el marco de la salida del conflicto, las dos empresas desistieron de los procedimientos judiciales que habían entablado la una contra la otra.
España y Francia buscaban "una salida amistosa"
Roverato ha dicho que "los dirigentes franceses y españoles deseaban una salida amistosa a este asunto", al ser preguntado sobre si era legítima la intervención de los dos Estados en un conflicto entre dos sociedades privadas.
Tras afirmar que el Gobierno español había apoyado "la ofensiva de estos nuevos conquistadores" en Francia, ha recalcado que "todo el mundo entendió que para preservar las relaciones entre nuestros dos países, la República francesa deseaba que Sacyr pudiera salir de Eiffage con la cabeza alta. Es lo que ha ocurrido".
A preguntas sobre si hubo interés de competidores de Eiffage por hacerse con la participación que vendía Sacyr, Roverato ha dicho que el jueves había recibido un fax de la constructora Clement Fayat para pedir "un pequeño lugar" en el accionariado.
"También recibí la visita de otros tres grupos" del sector, "todos españoles: ACS, Abertis y OHL. Les dije a todos que me opondría a la presencia de competidores en el seno del consejo de administración de Eiffage", ha asegurado.