Valencia, 28 feb (EFECOM).-Bancaja ha premiado cuarenta proyectos empresariales, quince de ellos basados en ideas de jóvenes de la Comunitat, por su "carácter innovador" y con una inversión de 425.000 euros, según ha informado a EFE Antonio Palau, gestor de Jóvenes Fundación Bancaja.
Se trata de la décimo tercera edición de los Premios Bancaja Jóvenes Emprendedores que se entregan hoy a los cuarenta proyectos ganadores, elegidos entre 425 proyectos participantes, un 15% más que en la edición anterior.
La cantidad del premio depende de las características del trabajo, que puede estar clasificado como proyecto de creación de empresas (5.000 euros), empresas de corte tradicional y/o social (10.000 euros) o empresas de base tecnológica (15.000 ó 30.000), las dos últimas correspondientes a pequeñas firmas aún no consolidadas.
La idea, por ejemplo, de SIOM, una casa nacida en La Pobla de Vallbona dedicada a la ingeniería renovable corresponde a un proyecto que, según Patricia Muñoz, directora comercial de la firma, responde a "una necesidad muy grande" de la sociedad por la búsqueda de combustibles no fósiles.
Desde SIOM se insta a la población a invertir en placas solares, pues, "los bancos prefieren dar para renovables" que para inmuebles, ha manifestado Muñoz.
Pues, el importe necesario para una instalación de placas solares y un consumo medio en una casa o chalet se situaría entre 24.000 y 30.000 euros, entre 800 y 1.000 euros para gastos de mantenimiento al año y con la garantía de una duración de 25 a 30 años, aunque estas instalaciones "pueden llegar a durar hasta 40 años.
En este sentido, el interesado puede solicitar un crédito al banco para instalar las placas en el tejado de su casa y la energía obtenida la puede utilizar para gasto propio y/o venderla a Iberdrola, por ejemplo, a un precio seis veces mayor del que el usuario paga normalmente el kilovatio por hora.
La fitodepuración, por su parte, es la clave de otro proyecto ganador que ha enfocado su idea a la recogida de purines animales que contaminan altamente la superficie de la tierra y los acuíferos subterráneos, así como a la mezcla de esa sustancia con lombrices, que la ingieren, para la obtención de humus de lombriz, un abono de alta calidad.
Ramón Pla, un joven de Barcelona con una discapacidad que le impide andar, se pregunta por qué ha de pagar más de dos mil euros por una silla de ruedas y poco más de cien euros por una bicicleta, y es que, "la necesidad hace que el precio del producto sea mayor", ha explicado.
Su proyecto se basa en la configuración de una empresa que agrupe a personas con distinta discapacidad y a personas no discapacitadas para poder diseñar los productos desde el punto de vista de todas las necesidades existentes.
También unos jóvenes biólogos asturianos han traído hoy su proyecto hasta el Hotel Westin de Valencia, donde se han expuesto todos los trabajos ganadores, para presentar el resultado de sus cultivos de algas marinas en el mar cantábrico.
Espaguetti de mar, dulse, kombu real o wakame son algunas de las algas que estos biólogos han empezado a comercializar en España por primera vez, aunque algunas de ellas ya son parte de la dieta habitual en países como Japón.
Entre los demás proyectos que hoy se han podido conocer de cerca figuran el de clases personalizadas de bailes nupciales para parejas preocupadas por corresponder con nota a sus invitados o el marketing olfativo para diseñar logos inconfundibles que se asocien sólo a una empresa.
La pantalla "Taximedia" que ofrece publicidad y bloques de información a los usuarios de taxis o la "equinoterapia" (terapia a partir de caballos) para la estimulación sensorial y motriz de personas mayores o discapacitados han atraído también la atención de numerosos asistentes. EFECOM
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