Por Julie Steenhuysen
CHICAGO (Reuters) - Las barreras para acceder a la atenciónde la salud, los malos hábitos y la baja calidad de laalimentación expone a los adultos en Estados Unidos a un riesgomucho mayor de accidente cerebrovascular (ACV) que a loseuropeos, informó en Holanda un grupo de investigadores.
Las mujeres en Estados Unidos son dos veces más propensas asufrir un ACV que sus pares en Europa, mientras que los varonesestadounidenses tienen un 61 por ciento más posibilidad desufrirlo que los europeos.
"Hallamos que, especialmente entre los más pobres, losestadounidenses sufren de una prevalencia de ACV mucho mayorque los europeos", dijo Mauricio Avendano, de Erasmus MedicalCenter, en Rotterdam, que presentó los resultados en laConferencia Internacional de ACV organizada por American StrokeAssociation, en Nueva Orleans.
El experto afirmó que los estadounidenses tienen másfactores de riesgo prevenibles, como la diabetes, lahipertensión y la obesidad.
"La obesidad está contribuyendo definitivamente a ampliarestas diferencias, en especial si se estudian los países deEuropa central, como Alemania, Holanda o Austria. Laprevalencia de la obesidad en esos países es mucho más baja",dijo.
Estos resultados surgen de información obtenida medianteencuestas relacionadas con la salud y la jubilación en EstadosUnidos y Europa, que incluyeron entrevistas a personas de másde 50 años.
Los investigadores analizaron datos sobre más de 13.000personas en Estados Unidos y más de 30.000 en Europa.
"Existen grandes diferencias alimentarias", dijo Avendano,al destacar que los estadounidenses pobres tienen menos accesoa las frutas frescas y los vegetales que los estadounidenses olos europeos con mejores ingresos.
El equipo comparó esto con España, que posee la menorprevalencia de ACV de todos los países estudiados. "En Españano importa si una persona es rica o pobre, puede acceder acomer verduras", dijo.
Y, aunque los europeos fuman más que los estadounidenses,existe una gran cantidad de ex fumadores en el paísnorteamericano que aún paga un alto precio por su adicción.
"Lo que podríamos estar viendo es un efecto retardado deltabaquismo", comentó Avendano.
Más allá de los malos hábitos, Avendano dijo que lasdiferencias sociales entre Estados Unidos y Europa influyen enestos resultados.
"Los países europeos están más orientados a la prevención.Todos en Europa acceden a la atención de la salud", precisó.
En Estados Unidos, señaló, los médicos recetan más rápidoante cualquier problema, lo que hace que el tratamientofarmacológico reemplace a la educación y los cambios del estilode vida.
"Los factores de riesgo por sí solos no influyeron en lasdiferencias identificadas, lo que apunta al papel de políticasde atención y estructurales más amplias", declaró.
Los ACV causan la muerte a casi 6 millones de personas poraño, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, y lamayoría de esos fallecimientos ocurre en los paísesdesarrollados.