VICTORIA (Reuters) - Unos pasajeros exhaustos lograron bajar el jueves de un averiado crucero de Costa en la capital de Seychelles, Victoria, al final de una pesadilla de tres días en el océano Indico después de que un incendio destruyera el principal suministro de energía de la nave.
El Costa Allegra sufrió un incendio en el sector de máquinas el lunes, el cual dejó fuera de funcionamiento a los motores en medio de aguas merodeadas por piratas.
El barco pertenece a la compañía a cargo del gigantesco crucero Costa Concordia, el cual encalló en unas rocas frente a las costas de Italia y naufragó, causando la muerte de al menos 25 personas.
Un atunero francés remolcó al Costa Allegra hacia Mahé, la principal isla del archipiélago donde ambulancias, un equipo médico de la Cruz Roja y una pequeña flota de autobuses esperaban a los pasajeros.
Un pasajero de la isla de Reunión en el océano Indico, que declinó ser nombrado, dijo que se sentía cansado y sucio y que temió un ataque de piratas, pero que nunca hubo escasez de agua potable o fría.
Algunos pasajeros formados en el fila en la cubierta superior esperaron con calma para desembarcar. Más de la mitad de los 636 pasajeros a bordo decidieron permanecer en Seychelles y tenían previsto tomar autobuses que los llevaran a sus hoteles. Otros volarán a sus respectivos países de origen.
Un responsable del Ministerio de Salud, que pidió no ser identificado, dijo que seis pasajeros tenían fracturas y que otros presentaban magulladuras, pero no explicó cómo se produjeron estas lesiones.
Una mujer fue trasladada en una ambulancia y otra necesitó apoyo mientras bajaba del crucero.
Un pasajero de Alemania, que tampoco quiso ser mencionado, dijo que se prepararon para bajar del barco en botes salvavidas cuando se produjo el corte de electricidad en la nave, pero que pronto se dieron cuenta de que no había grandes riesgos más allá del apagón.
"Nada funcionaba así que nos dimos cuenta de que no se trataba de un daño menor", dijo. "La tripulación estuvo genial. Hicieron todo lo que pudieron por mantenernos cómodos", declaró.
Un equipo de Costa Cruceros, filial del gigante estadounidense de cruceros Carnival, subió el miércoles al Costa Allegra para realizar los preparativos de alojamientos hoteleros y vuelos de los 636 pasajeros y 413 miembros de la tripulación una vez que llegaran a tierra.
Se reservaron más de 600 billetes de avión y 400 habitaciones, dijo la compañía de cruceros.
Los pasajeros, entre los que hay cuatro niños, son de 25 países diferentes, de los que 127 son franceses y 126 italianos. También hay 38 alemanes, 31 británicos, 13 canadienses y ocho estadounidenses a bordo.