PARÍS (Reuters) - El diseñador de moda John Galliano dijo el miércoles a un tribunal de París, donde comparecía por comportamiento antisemita, que sus múltiples adicciones a las drogas y el alcohol le hicieron perder el control en un bar a principios de este año.
Más delgado que en su última aparición pública, con el pelo largo, pantalones de cuero y su característico bigote, Galliano llegó a una sala en silencio preparado para defenderse de los cargos de comportamiento antisemita.
El diseñador escuchó de pie al juez, que leyó los cargos que pesaban contra él y repitió las palabras que supuestamente pronunció en un incidente en París el 24 de febrero, como "sucia cara judía", "puto bastardo asiático, voy a matarte" y "jodida fea puta judía".
Cuando se le preguntó si recordaba los insultos, Galliano dijo "No recuerdo muy bien. No tengo memoria".
"Tengo una triple adicción", añadió. "El alcohol, las pastillas para dormir y el Valum".
La carrera de Galliano está en peligro. Fue despedido de la firma de moda Dior en marzo, después de que un vídeo colgado en la web le mostrara borracho y diciéndole a una mujer que amaba a Hitler y que sus padres tenían que haber sido gaseados en un campo de exterminio nazi.
La policía francesa interrogó por primera vez al diseñador británico en febrero después de que una pareja le acusara de insultos racistas en una terraza de un café.
Se prevé que los jueces tomen rápido una decisión.
El juicio será entre Galliano, de 50 años, y dos querellantes, uno de ellos una mujer que dice que no conocía al diseñador británico antes de su encuentro en febrero y otra cuyas acusaciones se remontan a hechos ocurridos en octubre pasado.
Si es hallado culpable, Galliano afronta una condena de seis meses de cárcel y una multa de hasta 22.000 euros. Los precedentes en casos similares sugieren una multa menor, de unos pocos miles de euros.
Galliano, que pidió disculpas repetidamente por sus comentarios, dijo al tribunal que había empezado a beber "cíclicamente" en 2007 cuando el negocio estaba creciendo con fuerza.
Añadió que la presión creció durante la crisis económica, cuando firmó varios acuerdos de licencias para su propia marca, John Galliano, con la salida de varias colecciones con las que pretendía salvar a la marca del fracaso.
El abogado de una de las demandantes, la curadora de museo Geraldine Bloch, dijo que su clienta pedirá una indemnización simbólica de 1 euro y la publicación del fallo en las revistas de moda Elle y Vogue y el diario francés Le Figaro.