Una cosa es pagar el gimnasio, y no reunir voluntad suficiente para ir, y otra muy distinta es que el gimnasio cobre una cuota anual a alguien que ni siquiera es su cliente. Ésta es la sorpresa que se han encontrado en el banco un nutrido grupo de antiguos socios del HolidayGym: recibieron un mensaje en su teléfono móvil que anunciaba una determinada promoción y 24 horas después, tenían noventa euros menos en la cuenta corriente por arte de birlibirloque.
Con el pretexto de poder convertirse en un socio vip por el módico precio anual de noventa euros, la cadena de gimnasios propiedad del grupo Rozabella Capital, con presencia en Madrid y Alicante, envió una cadena de mensajes de textos en el que se podía leer: "Enhorabuena! Has ganado nuestro sorteo premium para antiguos clientes. Tienes un año VIP por sólo 90 euros. Llama al 629... y di tu código [nº DNI]".
Hasta aquí, una forma habitual de publicidad, de no ser porque al día siguiente, y sin que los destinatarios del mensaje dieran su consentimiento, la compañía dio por hecho que se acogerían a su oferta irrechazable y procedió al cobro íntegro de la cantidad sin ningún tipo de aviso posterior. Sólo los clientes que han tenido a bien mirar sus cuentas han podido percartarse de este error.
Temor entre los clientes
Desde la empresa han asegurado que se trata de un error informático, que intentarán solucionar cuanto antes. Según una portavoz de la propia compañía, un error en uno de sus servidores la semana pasada propició el cobro sorpresa a los antiguos clientes que pertenecieron a la cadena de gimnasios entre los años 2004 y 2008 y que eran a los que iba dirigida la promoción. Pero entre algunos de estos viejos socios, que ya no tienen vinculación alguna con la compañía, se ha instalado el temor frente a lo que consideran un abuso de información privilegiada. "¿Por qué siguen teniendo acceso a mi cuenta bancaria si ya no tengo ningún contrato en firme con ellos?", aseguraba ayer uno de los afectados por el supuesto error.
Según consta en el Registro Mercantil, el grupo Rozabella Capital, dueño de esta cadena de gimnasios, protagonizó hace tan sólo dos meses una operación de fusión con las sociedades también dedicadas al negocio del deporte Hampton Fitness y Hyatt Fitness. Siempre según las cuentas del Registro, entre ambas compañías cuentan con una facturación anual que supera los dos millones de euros.