Mati Martínez
Madrid, 2 jun (EFECOM).- Los profesionales se marchan hoy del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) con la seguridad de que no hay crisis en el sector, pero con el convencimiento de que en un mercado que se está estrechando es necesario recurrir a la artillería pesada para conquistar clientes.
La estrategia más agresiva ha sido la utilizada por Metrovacesa, que ofrecía a quienes compraran una de sus viviendas en el SIMA préstamos hipotecarios con un interés del Euríbor menos 2 puntos durante el primer año y más el 0,39 por ciento a partir del segundo año, para hipotecas superiores a 250.000 euros.
La primera compañía del sector por facturación ofrecía, además, descuentos de 1.000 euros a los matrimonios o parejas de hecho, de 600 euros por cada hijo y de 500 euros a los extranjeros.
En esta línea, Rayet regalaba un año de hipoteca para una de cada diez compras que se efectuarán durante la feria, con un máximo de 12.000 euros.
Parquesol rebajaba de 6.000 a 12.000 euros, Realitas de 3.000 a 10.000 euros y Detinsa descontaba el 3 por ciento al precio de venta en algunas de sus promociones.
Ha habido quienes prefería obsequiar a los compradores con cheques regalo de hasta 4.000 euros, en el caso de Lubasa, y de 3.000 euros en el de Realia, en cuyo pabellón te recibían al ritmo de la música que servía un pinchadiscos.
Más generosos se han mostrado en el grupo Pinar, donde regalaban un Mercedes clase C o un descuento de 25.000 euros por embarcarse en la compra de algunas de sus promociones más caras.
Las inmobiliarias han tirado la casa por la ventana en una feria muy enfocada a los particulares, entre los que hay potenciales compradores, muchos de los cuales dicen no sentirse condicionados por este tipo de ofertas a la hora adquirir una vivienda.
En cualquier caso los precios siguen siendo inalcanzables para muchos y no ha sido raro toparse con una risita mal disimulada por parte del comercial de turno si uno se atrevía a preguntar qué podía comprar por menos de 200.000 euros.
A la espera de cifras definitivas, se espera que el número de visitantes haya superado los 160.000, de los que más de 130.000 son público general.
De ese público general, entre un 10 y un 15 por ciento tiene verdadera intención de comprarse una vivienda y se ha acercado a la feria aprovechando que allí se concentra toda la oferta existente en el mercado.
Cerca de 258.000 viviendas han estado a la venta en el SIMA, en una edición en la que la vivienda turística nacional ha ganado peso, al suponer el 53 por ciento de la oferta total, con más de 136.000 inmuebles, la mayoría en Andalucía.
La primera residencia sólo ha supuesto el 30 por ciento del total expuesto, con unos 77.000 pisos, de los que el 21 por ciento, poco más de 16.000, son vivienda protegida.
Toda esta oferta ha ocupado seis pabellones de la Feria de Madrid (IFEMA) y una superficie bruta cercana a los 100.000 metros cuadrados, que ha obligado a caminar mucho a los visitantes.
La mayoría han sido jóvenes, en pareja o en solitario, en busca de su primera vivienda y parejas menos jóvenes que miraban residencia de vacaciones.
Entre ellos se ha movido como pez en el agua el rey de todas las ferias, el jubilado, que ha arrasado con caramelos, bolígrafos, sombreros y paraguas, para desesperación de las sufridas azafatas que no perdían la sonrisa.
La pregunta estrella de este incansable visitante ha sido "¿tiene usted algo para mi nieta?", cuya contestación lógica en este foro habría sido que eso depende de la capacidad de endeudamiento que tenga la nieta. EFECOM
mmr/cg
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