Madrid, 22 may (EFECOM).- Iberia dio salida hoy a los más de 20.000 artículos que subastó esta mañana divididos en nueve lotes, que fueron adquiridos por diferentes personas que venderán los que puedan y donarán a ONGs o tirarán el resto.
Iberia celebró hoy su tradicional subasta de objetos perdidos o extraviados que no han sido reclamados por sus dueños durante al menos seis meses, a la que acudieron una veintena de interesados que habían pujado por alguno o por varios de los nueve lotes ofertados.
La subasta, celebrada en la zona industrial de Iberia cercana a la terminal 3 de Barajas, fue cerrada, de modo que los interesados tuvieron que realizar su oferta entre el día 14 y ayer, y hoy se procedió a la apertura de las ofertas y a la adjudicación de cada lote al mejor postor.
María Custodia Rodríguez, una brasileña residente en Granada que participa en la subasta desde hace doce años, explicó que en esta ocasión no había conseguido el lote de ropa, como hizo los años anteriores, "porque se lo llevó una empresa que ofreció más".
Sí se llevó en cambio, por unos 8.000 euros, los lotes 3 y 4, integrados por cientos de artículos de alimentación, juguetes y libros y por objetos del hogar y bricolaje, respectivamente.
"En la subasta hay de todo, todo lo que se pueda pensar sale, y lo que vale se recicla y se vende otra vez, y lo que no se da o se tira", dijo María Custodia, que destacó que este año los lotes se han vendido por entre 700 y 14.000 euros.
La experta pujadora recordó que lo más curioso que ha visto en todos estos años ha sido "un cinturón de castidad masculino, pero auténtico, no de los de sex-shop".
Mientras tanto, su hijo cargaba los objetos adquiridos en una furgoneta, en la que trasladarán todo a su almacén hoy mismo.
Severiano Gil, dueño de una empresa de repuestos y recambios, se llevó el lote número 8, integrado por artículos de viaje, bisutería y joyería, por unos 10.000 euros, que según dijo "en su mayoría se van a regalar a alguna ONG".
Severiano aseguró que "en general, no es rentable" pujar en esta subasta "porque nosotros acabamos regalando o donando casi todo", pero después de participar varios años sin llevarse nada, hoy se quedó con un lote del que intentará vender las joyas.
Por la subasta también pasó hoy Luis Trapero Escudero, un particular que no pujó "porque los lotes son lotes excesivamente grandes, de alto valor, y con muchas cosas que no valen", aunque decidió acercarse para localizar a los adjudicatarios de algunos lotes e intentar comprarles instrumentos antiguos curiosos, que son los que él colecciona.
Luis opinó que "se debería hacer una pequeña criba, y donar las cosas de poco valor a ONGs o similares, y las de alto valor subastarlas en lotes más homogéneos y pequeños, a un precio al que puedan pujar particulares".
Entre los artículos subastados hoy por Iberia había unos 20.000 kilos de ropa, incluido un vestido de novia, así como zapatos, maletas, juguetes, libros, comida, bebidas y artículos de imagen, sonido e informática, y hasta un contrabajo eléctrico.
Se trata de la habitual subasta que realiza la compañía, al menos una vez al año, desde que en 1942, cuando era la compañía de bandera española, fue designada depositaria legal de todo lo que se pierde en los aeropuertos del país.
Por este motivo está obligada por ley a subastar todos los artículos extraviados, abandonados o no reclamados por nadie durante al menos seis meses.
El dinero recaudado en la subasta se destina a sufragar los gastos de la misma, y el resto, si lo hay, se da al Ministerio de Fomento, según la legislación vigente. EFECOM
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