Empresas y finanzas

El director ejecutivo de ConocoPhillips confía en acuerdo con Venezuela

Londres, 7 may (EFECOM).- Jim Mulva, director ejecutivo de ConocoPhillips, octava petrolera mundial en cuanto a ingresos, confía todavía en llegar a un acuerdo con Venezuela sobre compensaciones a pagar a Conoco por la expropiación de sus activos en el país latinoamericano.

En Venezuela, pese a ser uno de los grandes inversores extranjeros en el sector energético, Conoco es la única gran petrolera internacional que, según Caracas, no ha firmado aún un memorándum de entendimiento que otorga a la compañía estatal de ese país una mayoría de control en cuatro proyectos actualmente en proceso de nacionalización.

En una entrevista para el diario "Financial Times", antes de viajar a Venezuela, Mulva se muestra preocupado por la eventual compensación por las inversiones de Conoco expropiadas y por cómo se decidirán las inversiones destinadas a esos proyectos.

Según el ejecutivo norteamericano, el recurso al arbitraje podría ser una solución si fracasan las negociaciones, aunque Mulva confía en llegar a un acuerdo justo en sus conversaciones con el Gobierno de Caracas en las próximas semanas o meses.

Mulva parece más dispuesto que otros directivos de grandes petroleras a ajustarse a los nuevos tiempos, señala el periódico británico, que pone como ejemplo el reciente pacto con Rusia, por el que admitió condiciones poco habituales en la industria.

Allí Conoco aceptó una participación del 20 por ciento en Lukjoil pese a los límites impuestos por el Gobierno ruso a la relación entre ambas empresas.

Rusia se reserva así el derecho a calificar de "estratégicos" proyectos de determinada magnitud de forma que sólo puedan participar en ellos empresas rusas.

Así, Conoco se ha visto marginada del plan de Lukoil de constituir una "joint venture" con Gazpromneft, división petrolera del gigante "Gazprom", para explotar nuevos yacimientos en regiones hasta ahora inexploradas como Siberia oriental y el Ártico.

Mulva defiende su decisión de aceptar esas condiciones como "apropiada al entorno competitivo en el que vivimos".

El ejecutivo estadounidense se dispone a seguir por ese camino, y así ha aceptado la invitación de Gazprom a las empresas internacionales para participar en un concurso para asesorar en el proyecto de explotación del yacimiento de gas de Stockman, que implica renunciar a cualquier título de propiedad de los recursos.

Mulva cree que no les queda hoy más remedio a las grandes petroleras que aceptar ese tipo de imposiciones por parte de Rusia y Venezuela, dada la creciente debilidad de las petroleras internacionales, que antes imponían su voluntad en el sector energético.

"Las petroleras internacionales cotizadas en Bolsa tenemos la propiedad de o el acceso a menos del diez por ciento de los recursos de crudo del mundo", reconoce el ejecutivo.

"Queremos ver crecer nuestras reservas, queremos que aumente nuestra producción, y de ahí que hayamos decidido la forma de participar en algunas de esas regiones del mundo donde tenemos recursos", explica.

Esa participación es mediante lo que califica de "desarrollo del negocio" (business devolpment), que consiste en invertir en proyectos que exigen innovaciones tecnológicas como la extracción de petróleo de las arenas alquitranadas canadienses y continuando las actividades tradicionales donde sea posible.

Es distinto, explica, del negocio tradicional, en el que la petrolera obtiene posiciones determinadas en un campo, donde luego realiza trabajos sísmicos y otros, lleva a cabo prospecciones y con suerte descubre petróleo, que puede luego explotar.

"La obtención de esas posiciones y del acceso resulta cada vez más difícil para una compañía petrolera internacional", reconoce. EFECOM

jr/ltm

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