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China impone restricciones por la violencia en Xinjiang

La policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos para intentar dispersar a miles de furiosos manifestantes que inundaron la capital de la región noroeste de Xinjiang.

PEKÍN/URUMQI, 7 jul (Reuters) - Manifestantes de la etnia china han, armados con barras de hierro y machetes, deambulaban el martes por la ciudad de Urumqi buscando a blancos musulmanes uigures para vengarse de los sangrientos choques étnicos de hace dos días en los que murieron 156 personas y 1.000 resultaron heridas.

En una señal del nerviosismo del Gobierno ante los disturbios, el jefe del Partido Comunista de la ciudad, Li Zhi, salió a las calles para pedir a los manifestantes que regresen a sus hogares.

Se han tomado 'restricciones al tránsito' - originalmente anunciadas como un toque de queda - para frenar la violencia.

Las fuerzas de seguridad intervinieron para detener los incidentes, separando a los manifestantes han y uigures y forzando a la multitud han a abandonar un edificio que había invadido en una zona uigur, dijo un periodista de Reuters.

Había muchos heridos, pero no hay noticias de ninguna nueva muerte.

La policía antidisturbios se mantenía firme mientras la airada multitud lanzaba piedras contra una mezquita, atacando tiendas y restaurantes de uigures, un pueblo principalmente musulmán que comparte lazos lingüísticos y culturales con Asia central.

'Ellos nos atacaron a nosotros. Ahora es nuestro turno atacarles', dijo a Reuters un hombre han que se negó a dar su nombre.

Xinjiang ha sido la cuna de tensiones étnicas, avivadas por una brecha económica creciente entre los uigures y los han, el estricto control gubernamental sobre la religión y la cultura y un flujo de inmigrantes han que ahora son mayoría en las principales ciudades de la región.

Pekín ha invertido dinero para explotar los ricos depósitos de petróleo y gas en Xinjiang, consolidando su poder en una zona fronteriza estratégicamente vital que limita con Pakistán, Afganistán y Asia Central, pero los uigures dicen que los han son los principales beneficiarios.

'HORA DE LUCHAR'

Los uigures se habían retirado de las calles de Urumqi el martes por la tarde, mientras crecía el número de manifestantes han y se agravaba la violencia.

Antes, cientos de ellos habían salido a protestar contra la represión del Gobierno tras los disturbios del domingo, que según aseguran incluyó una redada indiscriminada en las ronzas uigures.

Muchos de los manifestantes uigures eran mujeres que mostraban documentos de identidad de maridos, hermanos o hijos que según decían habían sido detenidos arbitrariamente en redadas dispuestas como represalia por los disturbios del domingo.

'Mi marido fue arrestado ayer por la policía. No dijeron por qué. Sólo se lo llevaron', dijo a Reuters una mujer que se identificó como Maliya.

Abdul Ali, un uigur de unos veinte años que se había quitado la camisa, levantó el puño en el aire. 'Nos han estado arrestando sin razón, y es hora de que nos defendamos', afirmó.

Ali dijo que tres de sus hermanos y su hermana se encontraban entre los 1.434 detenidos para ser interrogados. De los 156 muertos, 27 eran mujeres.

Casi la mitad de los 20 millones de habitantes de Xinjiang son uigures, mientras que la población de Urumqi, situada 3.270 kilómetros al oeste de Pekín, es de mayoría han.

Navi Pillay, alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, dijo que los manifestantes tienen derecho a protestar pacíficamente y que debía tratarse a los detenidos de acuerdo con las leyes internacionales.

'Insto a los líderes civiles uigures y han y a las autoridades chinas de todos los niveles a que se moderen para no desatar nuevos episodios de violencia ni provocar muertes', dijo Pillay en un comunicado. 'Ésta es una gran tragedia'.

A pesar de la mayor seguridad, los disturbios parecían estarse propagando por la volátil región, donde las tensiones étnicas externas provocan baños de sangre de forma periódica.

La policía dispersó a cerca de 200 personas en la mezquita Id Kah en la ciudad de Kashgar el lunes por la noche, indicó la agencia de noticias estatal Xinhua.

No se especificaba en esta noticia si la policía utilizó la fuerza, pero sí que se habían establecido puestos de control en cruces entre el aeropuerto de Kashgar, situada al oeste de Xinjiang.

Las autoridades chinas han responsabilizado de la violencia a grupos separatistas extranjeros, que según dicen, quieren crear una patria independiente para la minoría musulmana uigur.

(Información de Chris Buckley; Traducido por la Mesa de Santiago de Chile; Edición de Cristina Fuentes; Reuters Messaging: cristina.fuentes.reuters.com@thomsonreuters.net + 34 915858341; cristina.fuentes@thomsonreuters.com)

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