Empresas y finanzas

"La economía de Estados Unidos se recuperará con o sin ayuda del Estado"

Sam Palmisano, CEO de IBM. Foto: Archvo

IBM

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Los primeros pasos de la presidencia Obama, la crisis y la recuperación de la economía, el fin del PC, el futuro de la informática: Sam Palmisano se confiesa. Parco en entrevistas, este IBMer dirige un imperio de casi 400.000 empleados presente en 170 países.

Al mando de IBM desde hace seis años, ha mantenido la estrategia de transformación iniciada por Louis Gerstner a principios de los años 1990 para hacer de Big Blue un gigante de los servicios que sólo desarrolla, actualmente, la quinta parte de su actividad mediante la venta de material informático.

Usted dijo que Barack Obama debería ser el mejor salesman del mundo. ¿Está a la altura?

Lo que quise decir es que necesitamos un liderazgo fuerte para convencer al pueblo americano de que se necesitan cambios estructurales y económicos muy profundos. Obama lo hace con mucha energía y talento. La economía americana va a recuperarse, con o sin ayuda del Estado, ya que siempre ha tenido una fuerte capacidad de rebote.

De hecho, ya se observan algunos signos de mejora pero, sinceramente, en IBM no pasamos mucho tiempo pensando en la situación económica. Digo esto porque lo que hacemos genera valor incluso en una economía que decae.

¿Qué le parece el plan de recuperación americano?

Trabajamos mucho con el equipo de transición para proponerles ideas en materia de recuperación. Algunas estaban orientadas a dopar la actividad económica a corto plazo, pero otras tienen por objeto la creación de actividad y empleo a largo plazo. La nueva Administración quería un equilibrio.

En cuanto al largo plazo, estudiamos tres ámbitos: la salud, la alta velocidad y las redes. El objetivo de la Casa Blanca era crear alrededor de un millón de empleos en estos tres ámbitos. Estudiamos la cuestión y llegamos a la conclusión de que era posible crear 1,5 millones de empleos con una inversión de sólo 30.000 millones de dólares. Cabe comparar esto con un plan de recuperación de 800.000 millones.

¿En qué punto se encuentran estos proyectos de recuperación?

El dinero llega. Algunos proyectos progresan, especialmente en el ámbito de la salud: el objetivo es conectar a todos los actores del sistema, lo que permite ahorrar mucho dinero.

También progresamos en el ámbito de las redes eléctricas, cuyo diseño no ha cambiado mucho desde Edison. El objetivo es pasar de lo analógico a lo digital para equilibrar oferta y demanda, ofrecer mayor información a los clientes y permitir el desarrollo de fuentes de energía.

¿Se ha vuelto la economía demasiado 'cortoplacista'?

Cuando la coyuntura se degrada, lo más tentador para un empresario es dejar de invertir. Nosotros hacemos todo lo contrario. Pero, si observamos a nuestros competidores, reducen los salarios y dejan de abonar primas. Nosotros seguimos invirtiendo 6.000 millones de dólares anuales en I+D, porque estamos orientados en el largo plazo.

Se ha aceptado un sistema demasiado arriesgado, que ha privilegiado el corto plazo en detrimento del futuro. Nosotros siempre hemos rechazado esto. No se gestiona una empresa como IBM a noventa días.

¿Qué ha aprendido el mundo de las finanzas con esta crisis?

El mundo de las finanzas se ha vuelto digital e interconectado, pero las herramientas de control no lo estaban suficientemente. Hoy en día, más que una mejor regulación, lo que necesitamos ante todo son mejores herramientas de medición. La tecnología puede aportar hoy en día respuestas a costes abordables.

Ya se ha visto que, a pesar de la crisis, no se han reducido las inversiones en tecnología. IBM trabaja para la Reserva Federal, que intenta modelizar el control del riesgo sistémico, al igual que se utilizó, tras el 11-S, la herramienta informática para luchar contra el terrorismo. Nos hemos otorgado un plazo de seis meses para dar soluciones.

Habla usted del fin de la era del PC. ¿Qué ve después?

Tras la explosión de la burbuja Internet en 2000 anticipamos el fin de la era del PC y nos preparamos para el cambio. Vendimos todas nuestras actividades ligadas a la microinformática desde 2002, tanto ordenadores como componentes, e invertimos 20.000 millones de dólares en un centenar de adquisiciones, que nos han ayudado a diseñar el nuevo rostro de IBM.

Hoy en día, estamos satisfechos de obtener el 91% de nuestros beneficios a partir de software y servicios. La IBM de ayer vendía principalmente máquinas. Actualmente, aportamos soluciones vía personas. Es una revolución cultural.

¿No sería necesario llevar la logística más lejos, para liberar servidores?

La actividad de servidores, que incluye numerosos segmentos, sigue siendo un mercado de infraestructuras en crecimiento potencialmente beneficioso.

La adquisición de Sun por Oracle, ¿no le obliga a moverse?

A primera vista, ¿esta operación cambia realmente algo para nosotros? Scott McNealey y Larry Ellison han decidido convertir su unión comercial en matrimonio financiero. Eso es todo. Al final, la auténtica cuestión es: ¿seguirá siendo Oracle un actor del equipamiento informático? Esta actividad industrial no es la del software. Es un mundo totalmente distinto. La compañía Oracle ha pasado del sector software al mundo del material.

¿Han recortado en publicidad?

Al contrario. Este año, lo hemos multiplicado por tres. Hemos conseguido evolucionar muy positivamente y de forma significativa la imagen tanto de IBM como de los IBMers.

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