Empresas y finanzas
Pascual abre la puerta a la bolsa y fija las reglas de la sucesión familiar
- La compañía apuesta por la internacionalización
Javier Romera
Tomás Pascual, el presidente del grupo Calidad Pascual, ha abierto hoy por primera vez la puerta a una posible salida a bolsa de la compañía. En una jornada organizada esta mañana por Esade y Deloitte sobre los retos y oportunidades de la empresa familiar, Pascual admitió que "aunque es algo que, salvo en algún momento muy en concreto, mi padre no se planteó nunca, yo no descarto".
Ni el salto al parqué ni tampoco "la posible incorporación de socios financieros o industriales que nos permitan financiar proyectos concretos". Pascual insistió, en cualquier caso, en que, por ahora, la empresa tiene recursos suficientes para financiar su crecimiento.
Lo que sí que se ha establecido ya es un protocolo de sucesión. Tras alabar el liderazgo de su padre, Tomás Pascual Sanz, "ahora, estamos viviendo el paso de la segunda a la tercera generación en términos de accionariado y de gobierno, aunque no en cuanto a empresa que es más complicado".
Reglas del mercado
El presidente de la compañía dejó así claro que "no se pueden romper las reglas del mercado y para incorporarse a la compañía hace falta una formación, que haya una vacante y un proceso de selección".
Según Pascual, uno de los grandes logros de su padre fue que "dejó la dirección en manos de terceros e incorporó la figura del consejo, lo que favoreció el consenso entre hermanos". Con todo ello, en su opinión, la clave del éxito de la compañía que lidera "ha sido mantener la familia unida y vinculada al proyecto, además de tener una empresa sostenible económicamente".
Superada ahora la crisis, Calidad Pascual afronta el futuro con un gran reto por delante, el de la internacionalización con los yogures de larga vida. "Es un producto que no requiere una distribución organizada ni en frío y que puede llegar muy lejos", ha asegurado su presidente.
"Comenzamos en el sudeste asiático a través de una alianza en Filipinas y ahora estamos sentando las bases para llegar al África subsahariana desde Angola". Otro de los grandes objetivos es devolver el valor a la leche después de que su consumo se haya hundido un 40%. "Debido a los bajos precios a los que se ha vendido hemos terminado por banalizar el producto", ha sentenciado.