Empresas y finanzas
Bancos moribundos, fusiones y falta de crédito: ¿el futuro para la banca europea?
Con tiempo suficiente para haber digerido los resultados de las pruebas de esfuerzo realizadas por el Banco Central Europeo a un total de 130 entidades bancarias, los expertos comienzan a valorar el resultado de las mismas. Los suspensos, que se repartieron en 25 compañías, elevó hasta los 25.000 millones de euros el déficit de capital de los bancos suspendidos, sin embargo una docena de bancos ya han cubierto 15.000 millones de déficit durante los primeros meses de este año.
Dicho esto, el futuro de la banca europea a corto y medio plazo estará marcado por la consolidación del sector a través de compras y fusiones, al mismo tiempo que no se ataja el problema de los bancos zombi o moribundos. "Desde hace tiempo sabíamos que el BCE no atajaría el verdadero problema de tomar medidas reales contra los bancos zombi", explica a elEconomista Jacob Kirkegaard, miembro del Peterson Insitute for International Economics, un think tank con sede en Washington.
"Al no implementarse plenamente los estándares de Basilea 3, entre otros parámetros, muchos bancos se han librado del suspenso, la pregunta ahora es cómo tanto el BCE, como supervisor del día a día de estos bancos y el mercado presionarán a estas entidades a la hora de recaudar más capital", reconoce Kirkegaard.
Fusiones para sobrevivir
En medio de la reacción del mercado, con el desplome de algunas entidades, especialmente en Italia, el futuro de algunos bancos es insostenible si no se llevan a cabo fusiones y procesos de consolidación.
"No puedo imaginarme que los bancos italianos que han suspendido los test puedan sobrevivir como bancos independientes, tendrán que ser comprados por instituciones saludables", indica el miembro del Peterson Institute, quien incluye en esta lista a Banca Monte dei Paschi di Siena SpA.
Al ser preguntado por la banca española, Kirkegaard deja claro que el sector "está bastante saneado" pero advierte que el mercado podría poner presión sobre alguna entidad como, por ejemplo Liberbank. "En general, los test de estrés ponen de manifiesto que la tarea de España para reforzar el sistema bancario está ya casi completada", apunta.
El problema de los activos fiscales diferidos
Para otros expertos como Nouriel Roubini, la forma de tratar los activos fiscales diferidos podría haber empañado los resultados del BCE.
"Los activos fiscales diferidos en España, Italia, Portugal y Grecia han hincharon artificialmente el capital de sus bancos. El BCE tendrá que acabar con esta chapuza", puede leerse en su cuenta de Twitter. Según sus cálculos estos activos suman un total de 80.000 millones de euros en la eurozona, 30.000 millones sólo en España, de los cuales el 60 por ciento puede contarse como capital.
"Los bancos de la Eurozona necesitarían 50.000 millones de euros más en capital de lo que la Revisión de la Calidad de los Activos indica", sentenció el economista. Eso sí, defendió al BCE asegurando que su Consejo de Supervisión "está frustrado" con las leyes nacionales sobre el trato de esta clase de activos y podría tomar cartas en el asunto en el futuro más inmediato.
Pese a las quejas de expertos como Roubini, desde JP Morgan, Kian Abouhossein aseguró en un informe a sus clientes que desde el punto de vista del banco, "los resultados son positivos dada su credibilidad, detalles y la implicación de una necesidad de capital limitada".
Aún así avisó que "el sector bancario no está fuera de peligro todavía" al hacer referencia que el aumento en el flujo de créditos crecerá sólo un 0,5% en 2015 dado "que optarán por reforzar capital en lugar de entregar préstamos y crédito dada la incertidumbre regulatoria".