Empresas y finanzas
La partida que suscitó la alerta en Francia era de unas 2.500 toneladas
La Dirección General de la Represión de Fraudes recibió un primer aviso de la empresa importadora el pasado 4 de abril, después de que ésta hubiera secuestrado un primer cargamento de 16.000 toneladas de aceite ucraniano a granel que llegó dos días antes al puerto de Dunkerque, al norte de Francia.
Según el portavoz, tras bloquear la carga de Dunkerque, la empresa importadora procedió a un análisis retrospectivo de muestras de otra serie de importaciones realizadas desde el 2 de febrero, y fue entonces cuando se apercibió de que la partida llegada a Sète planteaba el mismo problema de contaminación.
El portavoz de ese dirección general del Ministerio de Economía dijo que se decidió que no era necesario advertir a los consumidores, ya que la compañía importadora también bloqueó la distribución de las 2.500 toneladas que entraron por Sète.
"Por el momento no se ha considerado útil lanzar una alerta para el público porque hemos conseguido congelar el conjunto de los lotes", dijo.
El portavoz francés se negó a dar el nombre de la empresa importadora, con el argumento de que le corresponde a ella hacer la comunicación al respecto, y dijo no poder determinar con precisión si entre sus clientes había empresas españolas.
Dijo no poder dar indicaciones sobre el origen del producto contaminado, más allá de que era ucraniano, y que es demasiado pronto para conocer su naturaleza y su peligrosidad.
Muestras del aceite han sido enviadas a tres laboratorios especializados en el análisis de hidrocarburos y los resultados no estarán disponibles hasta el próximo lunes.
Las hipótesis que se barajan es que podría estar adulterado bien con aceite de parafina, y en ese caso el riesgo sanitario no sería considerable, bien con algún otro aceite mineral. EFECOM
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