Empresas y finanzas
El PE culpa a biocarburantes y especulación en mercados de crisis alimentos
El pleno de la Eurocámara ha debatido sobre los problemas actuales de abastecimiento alimentario, especialmente en los países más pobres.
Los europarlamentarios han solicitado medidas "drásticas e inmediatas" para solucionar esta carestía y el descenso del nivel adquisitivo, en un tono que el comisario europeo de Desarrollo, Louis Michel, calificó de "radical".
Durante el debate, una gran parte de los eurodiputados han atribuido esta crisis a la especulación, si bien hubo muchas intervenciones para denunciar que se esté destinando a bio-combustibles la superficie de cultivo que debería utilizarse para producir comida.
Desde el Partido Socialista Europeo (PSE) han insistido sobre todo en el "sistema capitalista" como principal responsable de la crisis, tal y como ha manifestado el líder de este grupo político, el alemán Martin Schulz, quien pidió un control sobre los mercados financieros.
Según Schulz, "se está especulando con el aumento de precios de los alimentos; los bancos están recomendando a sus clientes que inviertan en fondos de inversión relacionados con materias primas agrícolas porque hay mucho dinero, y esto es un escándalo moral".
En la misma línea, el español Josep Borrell ha dicho que "existe una crisis inmobiliaria en los países del norte, y alimentaria en los del sur; se ha especulado con las viviendas y ahora ocurre lo mismo con los alimentos", lo que da muestras de una "globalización desregulada".
Borrell ha puesto como ejemplo el precio del arroz, que en siete semanas ha pasado de 400 a 1.000 dólares y ha denunciado que países como Haití compren "arroces fuertemente subvencionados", como el de EEUU o que África tenga que importar su comida.
Ha añadido que no se debe atribuir el encarecimiento tanto a los biocarburantes, pues si bien en EEUU produjo un recorte de la oferta de maíz, pero en el del trigo apenas ha supuesto un 1%: "no tiremos el bebé con el agua del baño, se trata de la única alternativa a los combustibles líquidos".
El líder del PSE (Schulz) y el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, han afirmado que no hay que exagerar sobre la repercusión de los biocombustibles en la crisis, si bien han apuntado que es necesario investigar para que procedan de residuos y no de materias primas para alimentos.
El francés Daul ha pedido "transformar la agricultura" y medidas para garantizar la autosuficiencia alimentaria y ha señalado que al reducirse a la mitad la reserva de cereales se ha fomentado la especulación: "el trigo se vende tres veces antes de llegar al molino".
Por ello, ha solicitado "investigaciones para impedir que la gente haga su agosto" aprovechándose de la carencia de materias primas agrícolas.
El danés Niels Busk (liberales) ha hablado de "ajustar los precios" y de actuaciones para buscar un "equilibrio justo, porque no puede ser que una botella de Coca-cola cueste menos que una de leche".
Numerosos eurodiputados de Los Verdes o de grupos minoritarios han criticado que se esté empleando en producir biocarburantes la materia prima para la comida.
El británico Graham Booth (independientes) ha manifestado que en los países en desarrollo se está hablando de un problema "de vida o muerte: la UE primero esquilma África con sus pesqueros y ahora se provocan revueltas por falta de comida, para tener coches con el depósito lleno mientras el estómago de la gente está vacío".
El luxemburgués Claude Turmes (Los Verdes) ha manifestado que fijar un 10% de consumo obligatorio de biocombustible para 2020, tal y como ha decidido la UE, "no es la mejor opción, sino que respondió a un acuerdo con las industrias del automóvil". EFECOM
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