Empresas y finanzas
Informe británico analiza causas de incrementos de precios agrícolas
Ese drástico encarecimiento se debe a varios factores, entre los que destaca el fuerte incremento de los ingresos de la población en las economías emergentes, el consumo creciente de biocarburantes, la relativa falta de elasticidad de la oferta, un nivel muy bajo de existencias y algunas inversiones de tipo especulativo.
Según el estudio, del que es autor Alex Evans, el maíz está en su nivel más alto desde hace once años, el arroz y la soja han marcado la cifra récord de los últimos 34 años y el trigo - al igual que el crudo y el oro- está en máximos históricos.
Más recientemente, señala el informe, la preocupación de algunos países por la inflación y el encarecimiento de los alimentos han hecho que algunos de ellos redujesen sus exportaciones y otros hiciesen mayor acopio.
Históricamente, el crecimiento anual de la demanda alimentaria ha sido de en torno a un 1,5 por ciento, pero últimamente ha subido a un 2 por ciento y, según cálculos de Goldman Sachs, puede llegar a un 2,6 por ciento dentro de diez años.
El Banco Mundial ha calculado que la producción mundial de alimentos deberá crecer otro 50 por ciento para el año 2030 - y la de carne, incluso un 85 por ciento- para satisfacer la demanda.
Según Joachim von Braun, director general del Instituto Internacional de Investigaciones de Política Alimentaria (IFPRI), el fuerte aumento de los ingresos de la población, sobre todo en los países emergentes, explica aproximadamente la mitad del incremento global registrado.
La fuerte demanda de cereales para la producción de biocarburantes ha contribuido, según von Braun, en un 30 por ciento a la subida: Estados Unidos gasta ya 7.000 millones de dólares al año para apoyar el etanol, que consume ya un 20 por ciento de la cosecha de maíz de ese país y puede llegar a un 32 por ciento para el 2016.
También ha influido negativamente la poca elasticidad de la oferta: la reducción de las exportaciones de productores importantes como la India, Argentina y Kazajistán resulta problemática, sobre todo cuando enfrente se encuentran países importadores que tratan de comprar volúmenes mucho mayores para aumentar sus reservas.
El Banco Mundial calcula que pasarán varios años antes de que haya suficiente oferta para reconstituir las reservas y permitir que caigan otra vez los precios. EFECOM
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