Empresas y finanzas
Mato Grosso do Sul supera barreras para recuperar el mercado de carne
Este estado brasileño, que, con 27 millones de cabezas de ganado, tiene la mayor cabaña del país, fue una de las víctimas del embargo a las importaciones de carne brasileña que impusieron más de 50 países como consecuencia de la aftosa.
Tras las pérdidas que supuso la enfermedad, el gobierno de Mato Grosso do Sul, los principales productores y el Gobierno Federal unieron fuerzas para combatir un posible nuevo brote del virus en su ganado.
El resultado fue el programa "Sanidad sin fronteras", con el que este estado fronterizo espera volver a colocarse en primera línea dentro del mercado bovino brasileño y mundial.
En la región de El Pantanal, en la frontera entre Brasil y Paraguay, los ganaderos rurales son, en su mayoría, personas sin educación que utilizan métodos tradicionales de cría, indicó la superintendente del servicio nacional de aprendizaje rural para este estado, Maria Anita Medeiros, durante una visita de prensa a la zona.
En su primera fase, el programa, que ahora se encuentra en su segunda etapa para llegar a más municipios, consiguió orientar a muchos ganaderos en los cuidados necesarios para sus animales, explicó.
Para alcanzar el éxito, los impulsores de "Sanidad sin Fronteras" organizan clases en las zonas más alejadas y aisladas, en las que enseñan a marcar y registrar a las reses, y a llevar su control sanitario.
Reparten cartillas donde cada ganadero apunta las incidencias del rebaño, las vacunas inoculadas a cada animal y cualquier otro dato de interés para la mejora de las condiciones sanitarias.
A la incomprensión inicial, siguió un interés creciente en los cursos entre los ganaderos y trabajadores rurales, cuentan sus responsables.
"Es curioso ver lo bien que funciona el sistema a pesar de las dificultades del analfabetismo de algunos ganaderos, quienes reciben ayuda de sus hijos para cubrir los datos en las cartillas", señaló Medeiros.
Este programa de educación en el campo ha contribuido enormemente a que, tres años después del brote de fiebre aftosa, los ganaderos de Mato Grosso do Sul vayan superando la crisis y confíen en un crecimiento continuo de sus exportaciones.
Un ejemplo de ello es la reapertura de las aduanas rusas para la carne brasileña materializada a principios de este mes, según dio a conocer la secretaria de desarrollo agrario del gobierno estatal, Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias.
Desde octubre de 2005, cuando comenzó la epidemia, hasta noviembre de 2007, cuando se dio oficialmente por terminada, fueron detectados un total de 28 focos de aftosa en este estado brasileño y parte de su cabaña debió ser sacrificada.
El problema se agravó por el hecho de ser un estado fronterizo con Bolivia y Paraguay, países en los que también se detectaron casos de aftosa, y las dificultades para impedir el movimiento transfronterizo de animales.
El estado ha instalado ya 22 pasos fronterizos, informó a los periodistas el gobernador, André Puccinelli, quien aseguró también que "la carne ya no tiene problema de sanidad. Los tuvo, pero hemos invertido mucho para que superarlo".
El año pasado, la primera campaña de vacunación finalizó con un índice de inmunización del 98,4%, con 5,10 millones de cabezas vacunadas de un total de 5,19 millones de entre 0 y 12 meses, según cifras oficiales.
Para este año, Mato Grosso do Sul ya ha pedido 13 millones de dosis de vacuna al Ministerio de Agricultura, con las que inmunizar una cabaña de 10,6 millones de animales de entre 0 y 24 meses.
Según la Secretaria de Comercio Exterior (SECEX), en 2007 Mato Grosso do Sul exportó 40.000 toneladas de carne (unos 84 millones de dólares), a 46 países, entre ellos algunos de Oriente Medio.EFECOM
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