Empresas y finanzas

Suenan campanas de boda tras los acuerdos de Chrysler y Nissan



    César R. Díaz

    Toronto, 16 abr (EFECOM).- La creciente colaboración entre Nissan y Chrysler disparó hoy las hipótesis sobre la posible fusión entre los dos fabricantes de automóviles o, al menos, la creación de una fuerte alianza empresarial entre ellos.

    El Grupo Chrysler y Nissan anunciaron este lunes un acuerdo por el que el primero fabricaría un "pickup" para el segundo destinado al mercado estadounidense, mientras que la empresa nipona produciría un vehículo de pequeñas dimensiones para Chrysler con destino a los mercados europeo y estadounidense.

    Este acuerdo llega semanas después de que en enero, los dos productores anunciaran que Nissan fabricaría en México un vehículo basado en su modelo Versa para que Chrysler lo comercialice en Latinoamérica, más concretamente en Brasil.

    Esta creciente compenetración entre el Grupo Chrysler -ahora gestionado por el fondo de inversiones Cerberus- y Nissan ha generado una serie de opiniones sobre cuál puede ser el punto final de la colaboración.

    El lunes, el vicepresidente de Chrysler, Tom LaSorda, se mostró evasivo cuando fue preguntado sobre la posibilidad de vínculos más estrechos entre las dos compañías.

    "Solo son dos acuerdos sobre productos" afirmó LaSorda.

    Pero algunos analistas del sector están escuchando las campanas de boda.

    El presidente del Centro para Investigación del Automóvil en Ann Arbor, David Cole, dijo tras el anuncio que este "es el tipo de cortejo que podría conducir a un matrimonio".

    Rebecca Lindland, directora de investigación del sector del automóvil de la consultora Global Insight, también señaló que los tratos entre Nissan y Chrysler indican que una "alianza empresarial es posible con una compañía haciéndose al menos con una participación accionarial de la otra".

    Los analistas señalaron que en los turbulentos momentos que se viven hoy en día en el sector del automóvil estadounidense, todo es posible.

    Cerberus compró el año pasado el 79,9 por ciento del Grupo Chrysler a Daimler por 7.400 millones de dólares. Desde entonces, el fondo de inversiones ha sido incapaz de sacar al fabricante de los números rojos, pero puso en marcha iniciativas radicales para hacerlo rentable.

    Además del acuerdo con Nissan, Chrysler tiene otro anterior con Chery para que el fabricante chino produzca en el futuro un automóvil de pequeñas dimensiones y consumo para el mercado estadounidense.

    Y en las últimas horas, diversos medios señalaron que Chrysler y Fiat estarían en negociaciones para fabricar vehículos de la marca Alfa Romeo en las plantas de la empresa estadounidense en Norteamérica.

    En el otro lado, Nissan también mostró su apetito por cambiar el panorama del automóvil.

    En el 2006, Nissan y General Motors exploraron con bastante seriedad, y a sugerencia del empresario Kirk Kerkorian, la posibilidad de una fusión o alianza.

    Al final todo se quedó en aguas de borrajas, porque General Motors no acabó de ver beneficios en la operación.

    Para Nissan, el ejercicio solo hizo más evidente que una alianza con uno de los fabricantes estadounidenses tiene claros beneficios. Tras la ruptura de las negociaciones con GM se especuló que Carlos Ghosn, el dirigente de Nissan, estaba interesado en plantear la posibilidad a Ford, quien también atraviesa problemas financieros.

    Si a la tercera va la vencida, los analistas podrían acertar a la hora de sugerir que los acuerdos para producir vehículos entre Nissan y Chrysler están abocados a terminar en una relación más profunda y duradera.

    Nissan aportaría sólidos cimientos en Asia y Europa (a través de su relación con Renault) y en el terreno de vehículos del segmento B donde más flojea Chrysler. Y el fabricante estadounidense pondría encima de la mesa Norteamérica y su potencia en el terreno de todoterrenos y monovolúmenes. EFECOM

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