Los sindicatos aceleran los contactos para anunciar huelgas en Iberia

Las reuniones entre los distintos sindicatos de Iberia para la convocatoria de movilizaciones contra el plan de reestructuración de la aerolínea se han intensificado este lunes con el objetivo de anunciar ya esta semana, previsiblemente el jueves, el calendario de huelgas, que casi con toda seguridad arrancaría en diciembre.

Así lo explicaron a Servimedia fuentes sindicales, que indicaron que la intención mayoritaria es que las movilizaciones sean "muy intensas para forzar a International Consolidated Airlines Group (IAG) a negociar un plan de viabilidad con los representantes de los trabajadores".

A este respecto, explicaron que se está estudiando si incluir o no en las jornadas de huelga los días clave de la Navidad, el número de días de movilización y la extensión en el tiempo de las protestas.

Asimismo, apuntaron que las protestas serán la continuación de los diversos acuerdos sindicales suscritos para hacer frente al plan, que, entre otras medidas, contempla el despido de 4.500 empleados y rebajas salariales para el resto.

En concreto, UGT y CCOO han suscrito convenios con el sindicato de pilotos Sepla, con los de tripulantes de cabina Sitcpla y CTA, con el de técnicos de mantenimiento Asetma y con USO. Las movilizaciones podrían producirse pese a que la dirección de la aerolínea advirtió de que el plan iba a ser más duro si no se lograba un acuerdo con los sindicatos antes del 31 de enero o si había huelgas.

Eliminará las rutas no rentables

Iberia quiere eliminar de entre sus rutas aquellas que no sean rentables como parte de una estrategia comercial ligada al plan de transformación 2012-2015, que incluye una reducción de plantilla de casi el 25%, según han explicado a Efe fuentes de la compañía.

La nueva estrategia comercial, que se presentará próximamente, incluye además la modificación de los horarios y un nuevo plan comercial para impulsar sus negocios.

El plan de transformación que presentó Iberia a principios de mes comprende un recorte de 4.500 empleos, casi una cuarta parte de su plantilla de 20.000 personas, y una reducción del 15% de su capacidad operativa, con el objetivo de devolver la rentabilidad a la compañía y asegurar su viabilidad futura.