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El fiasco de la urbanización de Hohenlohe frente a Doñana
Sevilla, 28 mar (EFECOM).- El Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) ha constatado esta semana el fiasco del "Sanlúcar Club de Campo", la polémica macrourbanización promovida en 1997 por Alfonso de Hohenlohe en la Loma de Martín Miguel, junto a la orilla izquierda del Guadalquivir y frente al Parque Nacional de Doñana.
El pleno del Ayuntamiento sanluqueño aprobó este miércoles, por unanimidad, una moción que demanda a la promotora TENFA que cumpla los compromisos adquiridos hace una década, cuando le autorizó este proyecto que, según Hohenlohe, haría de Sanlúcar un centro turístico "setenta veces mejor" que Marbella.
Los promotores prometieron dos mil empleos de calidad para una de las localidades con mayor tasa de paro de España; invertir 23.000 millones de pesetas, construir hoteles de lujo, puerto deportivo, centro hípico o auditorio y hasta regenerar un valioso pinar.
Pero lo edificado diez años después en el millón y medio de metros cuadrados de este espacio natural privilegiado sólo son centenares de viviendas, sin siquiera carretera de acceso, y un campo de golf con un controvertido abastecimiento de agua.
Una situación que llevó a decir al concejal andalucista Antonio Prats, ante el pleno municipal sanluqueño del pasado miércoles: "Me equivoqué; se trataba de un proyecto especulativo que no es lo que nos vendieron".
Lo sorprendente es que Prats ha sido durante esta década un decisivo protector de esta macrourbanización como responsable de Urbanismo de Sanlúcar y delegado de la Consejería de Turismo en Cádiz.
Pero "Sanlúcar Club de Campo" no es sólo un asunto local de Sanlúcar, donde promovió cambios de alcalde, episodios violentos y, para algunos grupos políticos y sociales, una fuente de corrupción.
Esta macrourbanización también ha protagonizado una de las mayores controversias urbanísticas de Andalucía de la última década tras haber sido denunciada en los parlamentos europeo y andaluz, ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y haber recibido un informe desfavorable del Defensor del Pueblo español.
El Gobierno andaluz llegó a modificar, en febrero de 1996, el Plan Director Territorial de Coordinación (PDTC) de Doñana para excluir a Sanlúcar de esta normativa supraprovincial que restringe los usos urbanísticos para preservar este espacio protegido.
Esta decisión, interpretada como un forzado trato de favor al proyecto de Hohenlohe y una amenaza a Doñana, fue desaconsejada por el Defensor del Pueblo, Fernando Álvarez de Manzano, quien en octubre de 1997 recomendó al presidente Manuel Chaves que no excluyera Sanlúcar de los "criterios de protección ambiental" del PDTC porque preservan "el carácter de patrimonio de la humanidad que Doñana tiene como espacio natural protegido".
La Junta hizo caso omiso de esta recomendación y también rechazó las peticiones de paralización de "Sanlúcar Club de Campo" que en 1997 se presentaron en los Parlamentos europeo y andaluz que, el entonces consejero de Obras Públicas, Francisco Vallejo, consideró "un dogmatismo que no tiene justificación posible".
El penúltimo obstáculo legal para este controvertido proyecto se superó en 1998, cuando el TSJA rechazó la demanda del Gobierno central y de grupos ecologistas contra la decisión de la Junta de excluir Sanlúcar del PDTC de Doñana.
El Gobierno andaluz justificó esta decisión en que el Guadalquivir ejerce un efecto barrera que aisla Sanlúcar de Doñana y en los beneficios económicos y sociales que aportaría "Sanlúcar Club de Campo".
Pero los opositores a esta decisión opinan que los únicos beneficiarios han sido los promotores de la macrourbanización y destacan que ahora, tras recibir las competencias del Parque Nacional de Doñana, la Junta ha unificado los espacios protegidos de ambas orillas del Guadalquivir en el nuevo Espacio Natural de Doñana. EFECOM
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(Con fotografía)