Empresas y finanzas
Los laboratorios digieren las mayores multas de su historia
Casualidad o no, las grandes empresas farmacéuticas han visto cómo durante los últimos cuatro años el número de multas millonarias se disparaba en el sector, la mayoría de ellas vinculadas a prácticas realizadas hace entre cinco y diez años. Una periodo en el que las infracciones parecían estar a la orden del día.
Hace dos días, sin ir más lejos, Pfizer acordaba con el Departamento de Justicia de Estados Unidos el pago de una sanción de 60 millones de dólares (casi 50 millones de euros) por haber sobornado a médicos, reguladores y funcionarios en el extranjero. Pero esta multa, sin embargo, apenas es nada en comparación con las diez mayores de la historia, de las cuales siete se han impuesto desde 2008, sumando en total 10.300 millones de dólares (8.327 millones de euros).
De hecho, la mayor sanción impuesta nunca a una laboratorio se acordó hace poco más de un mes, cuando la farmacéutica de origen inglés GlaxoSmithKline (GSK) aceptó el pago de 3.000 millones de dólares (2.400 millones de euros) por varias infracciones cometidas hace ocho años en Estados Unidos. El laboratorio, que estaba siendo investigado por haber recomendado varios de sus medicamentos para usos indebidos, aceptó el castigo con el objetivo de evitar llegar a juicio, una situación que sin duda perjudicaría aún más su imagen.
GSK se declaró así culpable de promover la administración de uno de sus antidepresivos a personas menores de 18 años. Todo ello pese a que dicho fármaco presentaba efectos adversos para estos pacientes (la ocultación de esta información también tuvo reflejo sobre el monto de la multa final). Indicar otro medicamento contra enfermedades para las que no tenía autorización y ocultar que otro remedio contra la diabetes aumentaba el riesgo de afección cardiaca.
Andrew Witty, el consejero delegado de la compañía, reconoció finalmente que habían aprendido de sus errores y que estos no se volverían a repetir.
Los mayores castigos de la historia
Cifras en millones. Todas las cifras al cambio actual.
Fuente: elEconomista.
El caso de Abbott
La tercera de las multas de más entidad de la historia también se impuso este año. Abbott Laboratories fue sancionada a medidos de abril con el pago de 1.600 millones de dólares (casi 1.300 millones de euros) por haber promocionado la venta del medicamento neurológico Depakote frente a otras indicaciones para las que el producto no estaba aprobado.
"Lo que ha hecho Abbott ha sido intencionado. No se ha tratado de una estrategia de marketing o de algún representante sin escrúpulos que ha actuado por cuenta propia", aseguró en su día Timothy Heaphy, abogado del estado de Virginia.
Las investigaciones para aclarar lo sucedido se iniciaron hace más de diez años, después de que varios afectados pusieran en oídos de las autoridades una práctica que, por otro lado, es bastante habitual en los Estados Unidos. Basta con mirar las sentencias de los últimos años para darse cuenta de que una inmensa mayoría de las mismas se producen por incentivar el uso de determinados medicamentos en áreas donde en las que no cuentan con la luz verde. De hecho, de las quince mayores multas de la historia, once tuvieron como origen promociones ilegales.
Freno a estas prácticas
Estas han sido los dos mayores acuerdos alcanzados en lo que va de año entre las farmacéuticas y las autoridades para evitar llegar a juicio pero, ¿por qué se producen estas situaciones, tan negativas para la imagen de esta industria?
La explicación se encuentra sobre todo en el afán por mantener la cuenta de resultados, las dificultades de lanzar nuevos medicamentos al mercado por las complicaciones que implica descubrir nuevos remedios y por la competencia salvaje que existe entre los laboratorios, más aún cuando las empresas de genéricos entran en juego.
Que la mayoría de las sanciones tengan lugar dentro de Estados Unidos tiene que ver, por otro lado, al especial interés mostrado por el expresidente Bill Clinton durante sus mandato para tratar de atar en corto a los laboratorios. A su favor, que el mercado farmacéutico del país norteamericano sea el de mayor relevancia de todo el mundo también estaba dando pie a que los grandes laboratorios, muchos de ellos estadounidenses, trataran de aprovecharse de las dificultades de la administración para supervisar todos los procedimientos. Y es que, si el mercado mundial en 2011 superó los 700.000 millones de euros, EEUU representa alrededor de 250.000 millones de euros.
Aun así, como no podía ser de otra manera, no todas las empresas han cometido infracciones en contra de la salud de las personas. De hecho, estas prácticas son cada vez menos habituales y son combatidas tanto por parte de los laboratorios farmacéuticos como por las autoridades de todo el mundo.