Los dos despedidos de Seat abandonan huelga de hambre tras 17 días de ayuno

José María Requena y Diosdado Toledano, que vivían desde el pasado 4 de febrero en una autocaravana estacionada en los accesos de la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona), han perdido más de diez kilos durante la huelga de hambre, de la que tuvo que abandonar hace seis días Wenceslao Calero después de sufrir un desmayo y necesitar asistencia médica.

"Hemos podido verificar que durante el día de ayer la empresa ha llamado a cuatro de los despedidos a revisión médica, entre ellos una compañera que optó por la vía judicial", informan los huelguistas en un comunicado remitido hoy.

Seat anunció el pasado lunes la reanudación del proceso de reingreso de los últimos despedidos a raíz del ERE firmado el 16 de diciembre de 2005 que han expresado su voluntad de volver a la filial de Volkswagen.

Todavía quedan pendientes de reingreso 66 despedidos, aunque el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, cifró en una veintena el número de ex trabajadores que realmente quieren reincorporarse a la compañía, aparte de los 23 despidos que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) consideró nulos y que están pendientes de la resolución del recurso de casación presentado por Seat ante el Tribunal Supremo (TS).

Los huelguistas de hambre han tomado esta decisión después de recibir un mensaje conjunto de los sindicatos mayoritarios donde se les informa del acuerdo contraído con la dirección de la filial de Volkswagen y se les solicita que pongan fin al ayuno voluntario para evitar un mayor deterioro de su salud.

A esta petición se ha sumado CGT, sindicato que ayer desconvocó los paros de una hora y cuarenta minutos por turno previstos para hoy en Seat ante el compromiso adquirido por la compañía de automoción.

"Somos conscientes de que tendremos que seguir vigilantes para que la dirección cumpla con los compromisos de reingreso de todos los despedidos", afirman los huelguistas en el comunicado.

Por prescripción médica, tanto Requena como Toledano ingerirán durante los primeros días sopas y líquidos mineralizados para evitar que sus cuerpos rechacen los alimentos sólidos después de 17 días de ayuno.

La semana pasada, el parte médico firmado por los doctores Robert Casamayor, Josep Maria Sans e Isabel Moga ya advertía de que la situación de restricción nutricional estaba repercutiendo en el estado de salud de los huelguistas "de una forma significativa".

Los facultativos constataron en su última revisión "signos de estrés digestivo y afectación metabólica derivada del ayuno prolongado". EFECOM

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