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Gasoducto de Europa del Norte altera itinerario por cuestiones ecológicas
Moscú, 21 ago (EFECOM).- El Gasoducto de Europa del Norte (NEGP, siglas en inglés) alterará su itinerario por cuestiones ecológicas, anunció hoy en un comunicado el consorcio Nord Stream AG, operador del proyecto.
El NEGP, el mayor gasoducto del continente, tendrá ocho kilómetros más de longitud ya que, ahora, transcurrirá al norte y no al sur, como estaba previsto, de la isla danesa de Bornholm, señala la nota recogida por la agencia Interfax.
Nord Stream AG tomó esta decisión tras mantener consultas con las autoridades de Dinamarca y Alemania que alertaron sobre las consecuencias ecológicas del proyecto.
El lecho marino del mar Báltico acoge desde la Segunda Guerra Mundial un gran número de armas químicas que, en caso de explotar, podrían causar una catástrofe ecológica de consecuencias irreversibles para la región.
Además, la compañía operadora aduce razones jurídicas para cambiar la ruta del gasoducto, ya que los límites marítimos al sur de Bornholm aún no han sido definidos por el derecho internacional.
Nord Stream AG, empresa con sede en Estocolmo, está integrada por la compañía Gazprom, monopolista del sector del gas en Rusia, y las alemanas E.ON Ruhrgas y BASF.
Los países bálticos y Polonia han pedido a la Comisión Europea que presione para cambiar el trazado del NEGP, que debería unir Rusia y Alemania a través del mar Báltico, con el fin de que éste transcurra por tierra y no por el fondo del mar.
Esos países consideran que el tendido del NEGP -llamado a evitar que las exportaciones rusas dependan de las condiciones de tránsito por terceros países- es un "proyecto político", ya que no es rentable.
Rusia comenzó en diciembre de 2005 la construcción del Gasoducto de Europa del Norte, que tendrá una longitud de 1.208 kilómetros y que en su mayor parte pasará por el fondo del mar.
El gasoducto, que bombeará 27.500 millones de metros cúbicos de gas anuales desde 2010, enlazará los puertos ruso de Viborg (San Petersburgo) y el alemán de Greifswald, y podría tener ramificaciones hacia Finlandia, Suecia y el enclave ruso de Kaliningrado.
El ex canciller alemán Gerhard Schroeder es uno de los grandes defensores del proyecto al considerar que Alemania necesita desarrollar energías alternativas al crudo, más limpias y menos dependientes de las fluctuaciones del mercado internacional.
El nuevo conducto permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa sin depender para el tránsito de países como Ucrania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, con los que Moscú mantiene relaciones tirantes. EFECOM
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