Empresas y finanzas
Sin avances en el frente externo, el Mercosur se mira el ombligo
Natalia Kidd
Asunción, 29 jun (EFECOM).- Sin avances en las negociaciones en curso para abrir nuevos mercados a su producción, el Mercosur parece condenado a mirarse el ombligo y concentrarse en la solución de sus problemas internos, a la vez que el ingreso de nuevos socios cuestiona su identidad como unión aduanera.
El bloque creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay concluyó hoy en Asunción otra cita presidencial sin poder anunciar un nuevo acuerdo comercial con terceros países, pese a tener una veintena de negociaciones abiertas.
Incluso la negociación con Israel, la más avanzada de todas, para crear una zona de libre comercio con el mayor bloque suramericano, sigue en veremos.
Así las cosas, los presidentes del Mercosur enfatizaron en su declaración final de la cumbre de Asunción la necesidad de retomar las conversaciones iniciadas en 1999 con la Unión Europea (UE) para firmar un ambicioso acuerdo de asociación política y comercial.
Estas negociaciones están estancadas hace meses y el Mercosur las quiere resucitar antes de que finalice el año para recuperar el tiempo que se perdió esperando que la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) diera los frutos suficientes como para cerrar el acuerdo UE-Mercosur.
Pero Brasil, socio del Mercosur y portavoz de los países en desarrollo en la ronda multilateral para la liberalización del comercio, no logró torcer la férrea posición de la propia UE y de los EE.UU. en la reciente cita de Postdam (Alemania).
Negociadores del bloque suramericano dijeron a Efe que este "fracaso" en la OMC ha hecho virar la idea que se tenía sobre la necesidad de supeditar la negociación del acuerdo con la UE a los eventuales logros que se consiguieran en la Ronda de Doha.
El apuro del Mercosur por alcanzar mejores accesos a los mercados internacionales se entiende a la luz de las crecientes demandas de los sectores productivos internos, insatisfechos y frustrados porque tampoco encuentran una mejor forma de colocar sus mercaderías dentro de los límites del propio bloque.
Los mayores reclamos provienen de Paraguay y Uruguay, las economías más pequeñas del Mercosur, que además de protestar por las reiteradas trabas que imponen Argentina y Brasil al acceso de sus productos, exigen que de una vez por todas se tomen medidas concretas para superar las brechas de desarrollo económico que cada vez más les distancian de sus vecinos.
El rosario de quejas que desde hace años repiten Uruguay y Paraguay en las cumbres semestrales del bloque obligó a que en la cita de Asunción Argentina y Brasil admitieran que el de las asimetrías es un toro que debe cogerse por las astas.
El debate a fondo sobre las asimetrías se logró por fin y el Mercosur se ha metido de lleno en una mirada introspectiva que supone reconocer las serias desigualdades sociales que sufre el bloque, aunque de momento el paso de la reflexión a la acción sigue siendo una tarea pendiente.
Por eso Uruguay y Paraguay adelantaron que seguirán reclamando a sus socios una "transformación" del Mercosur para que el bloque dé respuestas a las aspiraciones de estos países de lograr beneficios en el proceso de integración, como un mayor acceso a los mercados y a las inversiones.
Esta voluntad de cambio es bien distinta al "reformateo" planteado por Venezuela, país que está en proceso de adhesión plena al Mercosur y que pide que el bloque se concentre más en los aspectos sociales y políticos de la integración y no tanto en los meramente comerciales.
Así, el Mercosur, que ni siquiera después de 16 años ha logrado perfeccionarse como unión aduanera, debe también ahora atender las demandas de un socio nuevo que no es bienvenido por muchos de los sectores económicos de los países fundadores del bloque.
Incluso Bolivia, que también pidió ser miembro pleno del bloque, y Ecuador, que ha coqueteado con hacerlo, acompañan esta idea lanzada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, de crear un "nuevo Mercosur".
Todos coinciden en su "vocación por la integración", pero unos y otros tienen visiones diferentes de cuál debe ser la identidad del Mercosur, un bloque que a su vez ha iniciado un proceso de convergencia con la Comunidad Andina (CAN, que integran Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador) para constituir la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur). EFECOM
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